Jesús Alberto Rubio//

El suicidio representa un grave problema de salud pública y qué mejor prevenirlo a través de la educación y la información, tratando de cambiar nuestra forma de verlo más allá de lo romántico o complejo, afirmó Miguel Torres Ávila, psicólogo terapeuta en el colectivo Tegen y egresado de la Licenciatura en Psicología de la Universidad de Sonora.

El especialista en terapia y género consideró la importancia de concientizar y prevenir la conducta suicida basándose en el señalamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el suicidio es un problema 100% prevenible.

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio hoy 10 de septiembre, el también especialista en orientación y evaluación psicológica, fue invitado por la Sociedad Estudiantil del Departamento de Enfermería de la Universidad de Sonora para que expusiera de manera virtual la conferencia Suicidio: Si lo hablamos, lo podemos prevenir.

Torres Ávila puso especial énfasis en que es importante hablar no sólo en esta fecha del tema, sino más bien todo el tiempo “ya que de alguna manera somos responsables y parte de la estadística”, expresó.

En su intervención en línea a través de la plataforma Teams, Torres Ávila destacó en lo general cómo hoy se visibiliza en nuestro país la lucha contra ese acto mediante diversas actividades para disminuir factores de riesgo.

Definió al suicidio como el acto autoinfligido para causarse la muerte en forma voluntaria y deliberada mediante tres etapas: deseo, idea y el acto mismo.

“Asimismo, tenemos también lo que se conoce como la conducta suicida, que es el acto por el que se causa una lesión o daño con deseo de morir; o bien, el que voluntariamente decide morir”, añadió.

Estadísticas

Afirmó que ese ese sentido de autodestrucción ocasiona que cerca de un millón de personas mueran al año por esa causa, con tres mil diarias, con 15 intentos por cada una, y seis o siete afectados de manera directa y 50 indirecta.

“Mayoritariamente el suicidio se ve en los hombres, aunque ya es observable que las mujeres lo intentan cada vez más”, indicó.

Hizo referencia a cómo la estadística señala que en 2020 sucedieron 7,818 fallecimientos por lesiones autoinfligidas en México, lo que dijo representa 0.7% del total de muertes en el año.

Miguel Torres puntualizó en que la conducta suicida es un fenómeno multicausal y complejo que ha estado presente en todas las épocas históricas y todas las sociedades, y que se manifiesta por una variedad de comportamientos.

“Este hecho humano manifiesta comúnmente el síntoma grave de la existencia de ideas suicidas, ya que entre 70 y 90 por ciento se asocia con depresión”, indicó.

Factores de riesgo

El conferencista invitado mencionó que los factores de riesgos asociados en la población de suicidas pueden ser una enfermedad crónico degenerativas, acoso escolar, violencia general, enfermedad mental, la actual pandemia por covid, aspectos económicos y otros que generan una posición de vulnerabilidad.

“Los hay también con aquellos dolores emocionales básicos: felicidad, tristeza, enojo, miedo y asco, que se reflejan en nuestro cuerpo y que nos hace reaccionar de diferentes maneras”, abundó.

Las emociones, advirtió, pueden llegar en un segundo –en el instante menos pensado—con señales, como ansiedad, sudoración, taquicardia, cambios en la conducta, pérdida de interés por las cosas, de energía, situación de desesperanza, trastorno depresivo y de personalidad o por consumo de tóxicos, pérdida de la pareja o empleo, todos detonadores y de muy fuerte impacto psicológico.

“Puede presentar síntomas físicos como menor energía, falta de concentración, alteraciones de sueño y del apetito que se puede ver reflejado en la variación del peso corporal, entre otros factores”, agregó.

Factores protectores

Miguel Torres Ávila mencionó los factores protectores que ayudan sobremanera a alejarse de la idea del suicidio son: la familia, casa, plantas, espiritualidad, mascota, deporte, hijos, y todo aquello que brinda un sentido.

“Podemos potencializar todos los factores de protección”, reiteró, tras señalar la importancia del monitoreo personal, recurrir a la ayuda profesional del psicólogo, médico, terapeuta, enfermero, trabajador social o amigo”, comentó.

Concientizar y prevenir

Iojan Alan Montaño, presidente de la Sociedad de Alumnos de Enfermería, informó que organizaron la conferencia para concientizar sobre la prevención de ese fenómeno y a su vez, proporcionar, a través del invitado, herramientas a todo aquel que participe para ayudar a una persona que tiene ideas suicidas, a eliminarlas de su mente, y a tratar de manejar de mejor manera las emociones y algunas problemáticas que la comunidad estudiantil pudiera presentar.

Sobre el tema, apuntó cómo se puede ayudar a una persona en riesgo de suicidio mediante la intervención con terapia psicológica, “demostrar que estamos con ellas, acercarnos, proporciona alivio y sentimiento de sentirse queridos y que son necesarios en la vida de otras personas, además de tener más empatía con aquella que nos pide ayuda, y podamos canalizarlo con algún profesional de la salud”.

Para la realización de la actividad, agradeció la colaboración de Ángela Camila Muñoz, Brizeth Iridyana Durán y Samantha Cortés Trejo. vicepresidenta, secretaria y tesorera de la sociedad de alumnos, respectivamente.