Jesús Alberto Rubio//
Con el tema Sexualidad en las personas con discapacidad, derribando mitos, continuó el programa de charlas del Área de Apoyo a la Educación Inclusiva de la Universidad de Sonora, sesión virtual en la que se tuvo de invitado a Pedro García Noriega, estudiante del octavo semestre de la Licenciatura en Psicología.
Javier Fernando Cuevas Ríos, responsable del Área, destacó que el abrir ese tipo de espacios tiene el objetivo de identificar e intervenir en apoyo a estudiantes universitarios con alguna discapacidad que no tienen mucha información en el tema, y que necesitan ser atendidos como parte del proceso de la educación inclusiva.
En esa estrategia, dijo, tienen el total respaldo de la Subdirección de Bienestar de la Dirección de Apoyo Estudiantil de la Universidad de Sonora.
En la charla establecieron que la sexualidad no se reduce únicamente al acto sexual, sino que significa todas las dimensiones de la persona, desde la percepción de su propia experiencia y filosofía de vida. Así mismo, dijeron que ese acto es algo que permite reconocernos del otro género y que es parte de una identidad del ser humano.
Durante la charla vertieron diversos conceptos como el hecho de que una persona con discapacidad puede ejercer su sexualidad como cualquier otra. Javier Fernando Cuevas afirmó que la sexualidad es algo fundante “que nos permite ser, reconocernos del otro y como hombre y mujer y que también forma parte de toda esta construcción del ser humano. “Parte desde una identidad de un todo”, expresó.
Asimismo, añadió, la sexualidad está marcada desde el afecto construida de la familia, en particular por la relación madre de hijo. “Es un acto amoroso, no sólo para la otra persona, sino para mí; tiene que ver con toda la dimensión de tu identidad como persona y te concibes a ti mismo”, fundamentó.
Mitos y prejuicios
Consideraron que, en efecto, hay muchos mitos en el tema con las personas con discapacidad, siendo algo controversial y casi tabú y que puede entrar en muchos debates.
Pedro García señaló que hoy se habla con mayor naturalidad del tema, con todo y que se le califica como tabú, especialmente por haber muchas creencias de por medio, como aquello de que son asexuales y no tienen deseos de tener una relación con sexual.
Por fortuna, dijo que este tema ya está encaminándose a un criterio más estudiado, conceptuándose como natural y científico.
Sin embargo, sostuvo que el camino aún es largo, lamentándose de la prevalencia de los prejuicios que los clasifican por su condición física, lo que calificó de una interpretación muy errada de la gente.
“Por la forma en que ven, te tratan en diminutivos, como eres un angelito, mi vida, corazón, pequeño”, sin valorar lo que realmente representas como persona pensante con proyectos de vida importantes. En el caso de la sexualidad, no puede tener relaciones, pareja o te hacen bromas como “coqueteas, corazoncito”, comentó Pedro García.
Limitantes sociales
Ambos hablaron de las limitantes sociales que enfrentan y los criterios de clasificación que recibe una persona con discapacidad, cuando lo cierto es que éstos tienen los mismos deseos de que cualquier otro.
En la sesión virtual por Facebook y Teams, advirtieron cómo a las personas con discapacidad se les excluye de su propio goce y discrimina, cuando realmente tienen los mismos derechos que cualquier otro para poder ejercer su sexualidad como le plazca.
Desgraciadamente, puntualizaron, en ese sentido se recae mucho en los modelos de concepción en que se tiene a la discapacidad.
“Ellos no quieren un mundo diferente y por supuesto que no están exentas de sentir lo que todos por ser igualmente seres humanos”, expresaron. Cuevas Ríos recordó un argumento antropológico resulta siempre indispensable: “cada persona es inigualable e irrepetible”, lo cual nos dice que su sexualidad también lo es”.
Dijo que la expresión sexual se podrá parecer a la de otros, “pero la que ejercemos es única y diferente, expresándose en su forma de vivirla y cómo la experimenta”.
La educación sexual es maravillosa
Tanto Javier Fernando Cuevas Ríos como Pedro García consideraron que la educación sexual es maravillosa. “A partir del conocimiento/educación –cursos, talleres, seminarios–, se puede impulsar una lucha continua sobre su igualdad y equidad que tienen para experimentar su sexualidad”, afirmaron.
Finalmente, Pedro García Noriega cerró con el mensaje siguiente: “Si yo no me trabajo a nivel sexual en mi autonomía o autoconcepto, naturalmente me voy a ir deteriorando, pero si busco apoyo con un terapeuta o sexólogo, por ende, creceré como persona en distintos ámbitos o enfoques”.