Viviendas confortable y sostenible contribuyen en el bienestar humano: académica

Elías Quijada

En un mundo en constante cambio, la vivienda sigue siendo un refugio esencial para el ser humano. Las casas deben ser espacios donde las personas puedan llevar a cabo sus actividades diarias, como dormir, comer y descansar, en un ambiente que promueva su bienestar físico y emocional, enfatizó María Guadalupe Alpuche Cruz, profesora investigadora del Departamento de Arquitectura y Diseño en la Universidad de Sonora.

Referente al Día Nacional de la Vivienda, que se celebró el pasado 7 de febrero, la académica universitaria expresó que, a lo largo de la historia del ser humano, la forma en que se construye la vivienda ha evolucionado, pues en épocas pasadas la arquitectura era más empírica, adaptándose a los materiales y condiciones del entorno.

Las comunidades utilizaban lo que tenían a mano, creando hogares que reflejaban su cultura y su relación con la naturaleza y esta conexión con el entorno es fundamental para el desarrollo de espacios que realmente satisfagan las necesidades humanas, aseguró.

Sin embargo, con el crecimiento de la urbanización y el aumento de profesionales en el campo de la arquitectura, se ha visto el surgimiento de viviendas masivas, tratando de que sean económicamente viables para los usuarios, pero también sean redituables para quienes desarrollan los proyectos inmobiliarios.

Aspectos imperativos

En climas extremos como el que se presenta en Sonora y Hermosillo, la necesidad de sistemas de refrigeración o calefacción se vuelve imperativa y esto puede incrementar los costos de vida para los usuarios, lo que plantea un desafío adicional. Por ello, en la Universidad de Sonora, se trabaja en la formación de arquitectos que comprendan y se adapten a las condiciones climáticas locales, buscando siempre estrategias que hagan las viviendas más confortables y sostenibles, indicó la coordinadora general de la Facultad Interdisciplinaria de Humanidades y Artes.

“No es lo mismo si vas a diseñar en el centro o por las zonas más aisladas rumbo al aeropuerto, o allá en la comisaría de San Pedro; aunque parezca mentira, esas pequeñas diferencias pueden hacer que tu espacio que vas a proyectar consuma o no, de acuerdo a las estrategias de diseño que tú propongas, una mayor energía para el acondicionamiento en las mismas”, dijo.

Destacó la importancia de pequeños detalles en el diseño arquitectónico, por ejemplo, el uso de colores claros en las paredes exteriores que puede ayudar a reducir la absorción de calor, mientras que una correcta orientación de las ventanas puede facilitar la ventilación natural, pues al implementar estas estrategias no solo mejoran el confort térmico, sino que también contribuyen a la sostenibilidad del hogar.

“Otra recomendación es el uso correcto de aire acondicionado, el cual se debe de poner a una temperatura que no sea demasiado baja, entonces basta ubicar una temperatura de 25 grados y con eso se puede mantener los espacios agradables, además se debe de tomar en cuenta el mantenimiento de los aparatos”, agregó.

Sustentabilidad, de suma importancia

La sustentabilidad en la vivienda es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. Aun cuando hay mucho por hacer en términos de políticas públicas, se están realizando esfuerzos para que las nuevas generaciones de arquitectos que se forman en la Universidad de Sonora sean más conscientes de la necesidad de diseñar viviendas que no solo sean viables económicamente, sino también respetuosas con el medio ambiente. Esto es fundamental para garantizar un futuro más sostenible, apuntó Alpuche Cruz.

Sobre el quehacer de la institución al conjugar los conceptos de vivienda y sustentabilidad, informó que se está llevando a cabo la implementación de un huerto en azotea. Este proyecto busca investigar cómo un espacio verde puede influir en la envolvente térmica de una vivienda, generando un ambiente más agradable en su interior.

La idea es que estos huertos no solo embellezcan el espacio, sino que también contribuyan a la sostenibilidad y al bienestar de los habitantes, subrayó.

“A medida que enfrentamos desafíos ambientales y sociales, es fundamental que los arquitectos y diseñadores continúen innovando y buscando soluciones que prioricen la calidad de vida de las personas, porque la vivienda debe ser un lugar donde se fomente la salud, la felicidad y la conexión con el entorno”, sostuvo.