Elías Quijada
La mujer desempeña un papel fundamental en el avance de la ciencia y la tecnología. A lo largo de la historia, su contribución ha sido invaluable y, en el futuro, su impacto será aún mayor, pues su visión única permite abordar problemas desde nuevas perspectivas y explorar áreas de oportunidad previamente desatendidas, aseguró Adriana Garibay Escobar.
La profesora investigadora de tiempo completo en el Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de Sonora destacó que, aunque el trabajo de muchas mujeres científicas ha pasado desapercibido, actualmente están rompiendo barreras y ocupando espacios que antes eran dominados por hombres.
Explicó que la participación femenina en la ciencia no es un fenómeno reciente. Mucho antes de Marie Curie, quien ganó dos premios Nobel, ya existían mujeres generando conocimiento en diversos ámbitos, como las curanderas que transmitían enseñanzas de generación en generación. Hoy en día, la presencia de las mujeres en el ámbito científico es cada vez más fuerte, gracias a los esfuerzos por fomentar su participación desde edades tempranas.
Los mayores retos
Garibay Escobar subrayó que en la Universidad de Sonora hay investigadoras destacadas que contribuyen significativamente a la ciencia a nivel local e internacional. No obstante, aún falta mayor difusión de su trabajo, pues muchas han logrado publicar en revistas científicas de alto impacto, demostrando así su capacidad y compromiso con la investigación.
Ella misma es un claro ejemplo de este impacto. Desde pequeña, su interés por la ciencia fue despertado por libros de ciencia ficción y conversaciones con su familia. Su pasión creció durante la Licenciatura en Químico Biólogo en la Universidad de Sonora, y posteriormente cursó una maestría y un doctorado en Inmunología en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Uno de los mayores retos que ha enfrentado en su carrera, mencionó, es la obtención de financiamiento para la investigación, ya que hacer ciencia requiere recursos económicos. Afortunadamente, algunos de sus proyectos han sido respaldados por la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).
“La ciencia es una gran oportunidad para desarrollar habilidades y conocimientos que nunca decepcionan. Recomiendo que desde la infancia se realicen experimentos caseros con materiales accesibles, especialmente en el área de química. A los jóvenes de nivel medio superior, los motivo a participar activamente en proyectos científicos, pues la ciencia es una carrera apasionante y gratificante”, subrayó.
La docente universitaria reconoció que, para las mujeres con familia, la ciencia puede representar un reto. Sin embargo, aseguró que es una carrera llena de satisfacciones, ya que la generación de conocimiento, la formación de nuevos científicos, la vinculación con la sociedad y la contribución a la comunidad hacen que este camino valga la pena.
A lo largo de su trayectoria, ha logrado más de 50 publicaciones internacionales y ha formado a numerosos doctores, maestros y licenciados en química. Actualmente, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II, y cuenta con el perfil Prodep de la Secretaría de Educación Pública.
Finalmente, resaltó la importancia de seguir motivando a las mujeres en la ciencia, enfatizando que el apoyo y el reconocimiento de su trabajo son fundamentales, pues su participación es clave para el desarrollo de la sociedad.