Ofrecen en Martesdanza una rica muestra de coreografía performativa

Armando Zamora/

Chris Dercon, historiador del arte, comisario de exposición y director de museo belga, especialista de vínculos entre arte antiguo y arte contemporáneo, al ser cuestionado sobre los movimientos contemporáneos de las artes escénicas señaló que “hoy resulta difícil diferenciar entre danza y teatro”.

Se entiende que en esta propuesta no hay un fenómeno invasivo entre géneros ni significa una batalla campal entre la palabra y el baile, sino más bien se abre un espacio de reflexión sobre estructuras cambiantes que abrazan el concepto y la acción, y en ese marco el actor-bailarín busca rutas para no traicionarse como artista escénico y responder acertadamente las preguntas que el público no formula, pero que flotan en el ambiente como un elemento más de la obra en desarrollo.

Y es que en la revisión crítica de lo transitorio experimental en el teatro cobran fuerza las acciones que contienen mucho de coreográfico, de acuerdo a Bianca van der Schoot. ¿Acaso entonces el público debe asumir una nueva manera de performance como vehículo escénico que bordea de manera juguetona los márgenes teatrales y dancísticos? Tal parece que sí. Los expertos han dado por llamarle coreografía performativa. Y justamente, a mi ver, esa propuesta fue lo que el público apreció en el cuadro que abrió la segunda jornada del programa Martesdanza 2018.

En A los 16, Carlos Murguía, Katur Bejarano, Ramsés Carranco y Claudia Paola, alumnos del séptimo de la Licenciatura en Artes Escénicas, opción Danza Contemporánea, recrearon el texto homónimo del poeta Aziz Córdova.

El texto es una búsqueda juvenil de rutas hacia el futuro, un cuestionamiento incesante en medio de la crisis existencial que a todos nos ha llevado a desgajar las varias opciones que ofrece la vida y la muerte a los 16 años.

“A los 16 nunca imaginé que todos mis planes fuesen a fracasar o de plano ni siquiera a arrancar/ soy de esos corredores que les da un calambre medio segundo después del disparo de salida / soy de esos chavos que atormentaron por meses para morirse el primer segundo del Día D / no alcancé ni a ver la meta / no le pude ni mentar al madre al Hitler / sabía que tenía mala suerte, pero nunca imaginé que tanta”, dice el poeta en voz de los artistas escénicos.

En la segunda parte del programa, el público pudo apreciar a un maduro David Barrón ofreciendo la pieza Bleu, nostalgia heredada, muestra cabal de lo que afirman los expertos: “La danza es la disciplina más exigente que existe”. Y es que aparte del esfuerzo puramente físico que demanda la danza, hay que sumarle la energía emocional y la bravura de hilar un mensaje estético que se columpie en la mirada del público y le ofrezca las herramientas necesarias para establecer una comunicación artista-público, necesaria para poder dialogar de encuentros y desencuentros.

Hay quien dice que el pasado es otro país, uno en el que alguna vez vivimos al menos por un rato, porque el pasado nos pertenece a todos. Y cuando el pasado está hecho de valores universales, como la nostalgia, la búsqueda, la soledad, la desesperación, la tristeza, la felicidad y el peso del árbol genealógico, elementos que David explora en Bleu, puede decirse con propiedad que no era el sólo un artista desenvolviéndose sobre el escenario, sino que fue acompañado por momentos por el público.

Nadie se opuso a subirse en espíritu al tablado a acompañar al bailarín, coreógrafo y docente: a los tímidos la danza los liberó de sí mismos y participó cada uno a su manera y prendido de la evocación del momento en esa nostalgia heredada por la obra, a la que Barrón introdujo con un breve diálogo escénico sobre el proceso de creación e interpretación coreográfica, que tituló La danza, movimiento, lenguaje y sensaciones.

Mañana, en la tercera sesión de Martesdanza estarán como invitados alumnos y maestros del Cedart José Eduardo Pierson: Óscar Alejandro Cruz Romero, Marisol Retano Zazueta, Citlalli Guadalupe Villa Esquer, Israel Leyva Miranda, dirigidos por Magdalena Frías, presentarán We can do it, pero ¿quién soy yo?, y Aneth Fabiola, Carlos Urías, Andrea Medina, José Arballo, Stuart Osorno, dirigidos por Aldo Siles, montarán Vértigo cantado.

Además, se presentarán las alumnas del séptimo semestre de la Licenciatura en Artes Escénicas Anel Parra, Citlalli Aguirre, Katia Gardea, Priscila Almeida, dirigidas por Rosario Gómez, quienes ofrecerán Somos cuerpo, y Claudia Ávila, Daniela López, Paulina Beyliss montarán la obra Minas. Estamos todos invitados.

Los anfitriones del programa son los alumnos integrantes del Laboratorio de Producción I LES-Danza Contemporánea, y la responsable es la docente Adriana Castaños. Martesdanza se realiza en el Foro Bellas Artes de la Universidad de Sonora, en punto de las 19.00 horas. El costo de recuperación es de 60 pesos general y 30 pesos estudiantes y tercera edad. Acredita Culturest. Para mayor información se pueden comunciar al teléfono251-2141, del Departamento de Bellas Artes, o en el Facebook: Martesdanza.