Redacción//Los ingenieros agrónomos son reconocidos en el mundo por su aporte a la humanidad ya que su productividad se basa en el aseguramiento de la calidad e inocuidad agroalimentaria, afirmó Edgar Omar Rueda Puente, profesor investigador del Departamento de Agricultura y Ganadería (DAG) de la Universidad de Sonora.
En ocasión de celebrarse hoy martes el Día del Ingeniero Agrónomo, destacó cómo éstos pueden intervenir de manera decisiva en la producción de alimentos, lo cual representa uno de los mayores desafíos para esa profesión en cualquier lugar del planeta.
“El gran propósito es alcanzar el abasto de alimentos de origen vegetal bajo el principio de sustentabilidad, sanidad, calidad e inocuidad agroalimentaria”, puntualizó, indicando que en el campo agroalimentario el papel principal es del ingeniero agrónomo.
El profesional agrícola, planteó, desarrolla sistemas de producción agroalimentario, conjunta aptitudes y actitudes, optimiza tiempos de producción basados en el cambio climático, mismo que desencadena los factores bióticos y abióticos como una fortaleza o limitante de riesgo en la producción agrícola.
Asimismo, afirmó que también integra y aplica los conocimientos científicos enfocadas a la mejora continua de la producción primaria, cosecha, empaque y embalaje con el único fin de aportar alimentos sanos y seguros.
“Además, el ingeniero agrónomo es el acompañante directo del productor agrícola, que en conjunto, integran y desempeñan con profesionalismo el conocimiento empírico, técnico y científico con el ánimo de fortalecer el agro mexicano, lo que sin duda oferta garantía en cada eslabón de la cadena de producción, con el objetivo de aportar productos competitivos a nivel nacional e internacional”, sostuvo.
Por la soberanía alimentaria
El académico del DAG señaló que los ingenieros agrónomos, bajo el marco de soberanía alimentaria, se sensibiliza con el agro y la población nacional e internacional, donde sus habilidades profesionales le permiten la obtención de semillas certificadas que resistan a los estragos del cambio climático y a los efectos microambientes que presentan las regiones de producción agrícola.
En igual forma, añadió, tiene la preparación y el entrenamiento para aplicar las buenas prácticas agrícolas que garantizan la obtención de alimentos sanos y seguros, optimizando el cuidado y manejo del suelo, agua y ambiente, conservando también la flora y fauna silvestre y endémica.
Dio a conocer que en el Noroeste de México, específicamente en Sonora, el ingeniero agrónomo egresado de las distintas instituciones del estado tiene un papel representativo en el sector agroalimentario, siendo por ello que participa con un rol donde la productividad y calidad son elementos reconocidos a nivel mundial.
“Celebremos el Día del Ingeniero Agrónomo, reconociendo la nobleza que existe en la profesión, aplicando sus conocimientos y habilidades para manejar los diversos componentes de un sistema de producción agropecuario, además de considerar los principios de innovación y sustentabilidad en el manejo de los recursos naturales”, expresó.
Antecedentes
Informó que esta fecha fue instituida tras la creación de la primera universidad mexicana dedicada a la agricultura en 1854, hace 168 años. Se trata, recordó, de la antigua Escuela de Agronomía de San Jacinto, ahora Universidad Autónoma Chapingo (Uach), la cual fue impulsada por el entonces presidente de la República, Benito Juárez García.
En relación a aquella época, dijo que las grandes extensiones de tierra para cosechar en México obligaron desde finales del siglo XIX a profesionalizar la labor de quienes se dedicaban a planear estrategias a fin de abastecer, en calidad y cantidad de alimentos de origen vegetal al país. “Es por ello, que el 22 de febrero fue instituido el Día del Agrónomo, fecha durante la cual las autoridades destacan la labor de dichos profesionales para el desarrollo del campo”.
Rueda Puente destacó que el DAG se congratula por participar en la formación de ingenieros agrónomos al ser fundada un 15 de octubre de 1953, con el nombre de “Escuela Agropecuaria” e iniciando las clases con un plan de estudios a nivel técnico de Perito Agrícola y un año después sería reconocida con el nombre de Escuela Superior de Agricultura y Ganadería, con la finalidad de egresar agrónomos.
“Felicitamos hoy a todos los profesionales en sus diversas actividades que envuelven al sector agroalimentario”, reiteró el académico miembro de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados en México, calificado para auditar e implementar Sistemas de Gestión de Instituciones, bajo las normas de la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), además de ser un consultor internacional por la Fundación Rothsman coLatinoamerica.