El uso de los nuevos nanomateriales de base biológica tiene hoy un impresionante auge ya que permiten se incremente la relación área-volumen productiva, además de ayudar en el renglón agronómico a erradicar plagas que dañan cultivos de la canasta básica, afirmó Maribel Plascencia Jatomea, académica del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA).
Entrevistada en el programa Alimentación, problema de nuestro tiempo, que se transmite por Radio Universidad, destacó que los materiales a base de polímeros como el quitosano representan una alternativa prometedora para obtener nuevos bionanomateriales altamente funcionales y ligeros, más resistentes al calor, con mayores propiedades de barrera y de fuerza mecánica, los cuales tienen aplicaciones potenciales en diversas áreas.
“Hoy vemos cómo los hongos toxigénicos de importancia agronómica rebasan y evaden tratamientos químicos tradicionales; por ello es necesario buscar alternativas que permitan aprovechar las propiedades de los nanomateriales para el control preventivo o correctivo de microorganismos fitopatógenos de manera segura, sin modificar el entorno agrícola.”, reiteró.
Sostuvo que, desde un punto de vista de sustentabilidad, es necesario fomentar el estudio y desarrollo de procesos innovadores que permitan reutilizar y aprovechar materias primas sustentables en la región.
Plascencia Jatomea planteó la importancia de revisar el estado del arte relacionado con el estudio integral de la toxicidad, las propiedades biológicas y la actividad antimicrobiana de materiales elaborados a base de quitosano, así como las posibles repercusiones en sistemas biológicos.
“Aprovechando la tecnología actual, resulta importante conocer el beneficio y el posible efecto adverso sobre los sistemas biológicos, desde las fronteras del conocimiento humano hasta la protección y conservación de un medio ambiente limpio y sano”, explicó.
Dijo que la incorporación de compuestos bioactivos antimicrobianos en estos nanomateriales es una opción viable para aplicaciones agroalimentarias debido a sus propiedades biológicas, fisicoquímicas y funcionales, que permiten su uso como empaques antimicrobianos, compuestos o formulaciones antimicrobianas, matrices acarreadoras de agentes bioactivos, películas o recubrimientos comestibles.
Potencial para control de hongos toxigénicos
Al señalar que los materiales bionanopoliméricos tienen gran potencial para el control de hongos toxigénicos de importancia agronómica, aseguró que su aplicación podría disminuir costos por manejo de volúmenes, optimizar la producción y no contaminar, como ha sucedido tradicionalmente.
“Son muy efectivos, pero se debe tener cuidado en los sistemas biológicos”, afirmó la líder de del Cuerpo Académico Consolidado Compuestos Naturales Bioactivos y Microbiología Alimentaria del DIPA.
Asimismo, consideró que la alta relación área/volumen incrementa la reactividad superficial, haciéndolos más efectivos para inhibir el crecimiento de microorganismos. Por tal motivo, añadió, es necesario contar con evidencia científica rigurosa que respalde la inocuidad y bioseguridad de los bionanomateriales.
“Los beneficios potenciales se deben balancear con las posibles implicaciones ambientales y daños a la salud”, concluyó en su intervención.
Maribel Plasencia desarrolla en el DIPA líneas de investigación relacionadas con el estudio de compuestos bioactivos, formulaciones y materiales biopoliméricos con actividad antimicrobiana y/o antimicotoxigénica, con aplicaciones en alimentos y biomedicina.
De igual forma, trabaja en el estudio de procesos biotecnológicos y desarrollo de estrategias para el aprovechamiento sustentable de residuos orgánicos derivados de actividades agroindustriales.