Jesús Alberto Rubio/
La formación de los profesionales agrónomos del siglo XXI debe tender a integrarlos con bases científicas y tecnológicas, capacitados para analizar los diferentes sistemas de producción agropecuaria, evaluar problemas y proponer soluciones integrales y sustentables que promueven al manejo racional de los recursos, afirmó Luz María Nieto Caraveo, profesora-colaboradora en el Posgrado Multidisciplinario en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (Uaslp).
La ingeniera agrónoma fitotecnista dijo que las habilidades con que los estudiantes de la carrera deben egresar son saber elaborar e implementar programas de producción sustentable, que resuelvan problemas del entorno regional, nacional e internacional; asesorar al sector productivo e instituciones regulatorias de la actividad agropecuaria y administrar sistemas productivos sustentables para lograr mayor eficiencia.
“En igual forma, deberá participar en la comercialización de insumos agropecuarios, atendiendo las oportunidades de mercado y la normatividad, así como preservar la calidad de los productos agropecuarios”, sostuvo la presidenta de la Academia Nacional de Educación Ambiental –2018/2021-.
En su exposición vía Zoom en el marco del programa de actividades del ciclo de conferencias con motivo del Día del Agrónomo, organizado por el Departamento de Agricultura y Ganadería de la Universidad de Sonora, planteó que los egresados también tienen que ser capaces de hacer avanzar a la agricultura, producir de manera eficiente en el campo, comercializar productos agrícolas, conservar el suelo y otros recursos naturales, gestionar empresas en ese sector y mantener un ambiente favorable de trabajo en equipo.
En su charla Perfiles de egreso de los programas académicos de agronomía, evento coordinado por Rafael Retes López, jefe del Departamento, dio a conocer que las áreas de desempeño profesional del ingeniero agrónomo son la participación como asesores en sistemas de producción intensiva, en la venta de insumos y en el desempeño de mandos intermedios.
Asimismo, agregó, trabajar en áreas emergentes, como la producción agropecuaria orgánica, producción de frutas y hortalizas en estructuras protegidas, como invernaderos y casas sombra; además, en la comercialización e inocuidad de la producción agropecuaria, en la explotación de los recursos cinegéticos y conservación del ambiente y en el diseño de arquitectura de jardines.
Perfil siglo XXI
En relación con el perfil del agrónomo del siglo XXI, puntualizó en que al egresado se le forma y propone que adquiera conocimientos, habilidades y actitudes para competencias técnicas, dirección de proceso productivo, formulación desarrollo, seguimiento y evaluación de proyectos agropecuarios.
Luz María Nieto añadió que será necesario que ese perfil se distinga por impulsar procesos innovadores y de liderazgo agropecuario; planeación y comercialización, fomentar el desarrollo sustentable, investigar, dominio de los medios de comunicación, competencias sociales, así como el saber hacer, aprender a aprender, entre otras habilidades.
Retos y competencias
También destacó los retos de los profesionales del campo agropecuario y la sustentabilidad ambiental en torno a la seguridad alimentaria, la inocuidad, nutrición y erradicación del hambre; sistemas de producción y tecnologías, y entre otros temas, la equidad y competitividad.
Hizo referencia a las competencias en el sector agropecuario, haciendo hincapié en la educación y extensión agrícola, puntualizando en que las tecnologías digitales de producción y el diseño de oficinas inteligentes, la agricultura intensiva en conocimiento, la gestión de granjas y logísticas en cadenas y redes de suministro, tienen varias consecuencias para los profesionales de la agronomía.
“También podemos hablar de los efectos de nuevos desarrollos, ya sea en cultivos agrícolas, ganadería o acuicultura, como el marketing electrónico, compras basadas en la web, control sostenido de plagas o las finanzas y gobernanza”, añadió Nieto Caraveo.
Finalmente, estableció la necesidad de que, con responsabilidad social, urge en todo egresado la contribución de crear soluciones para los desafíos actuales y futuros a fin de alimentar a la población mundial, manteniendo una producción suficiente con respeto a los recursos naturales que garantice el acceso a producto del campo saludables.