La Licenciatura en Derecho de la Universidad de Sonora no sólo brinda a sus estudiantes una sólida formación teórica y práctica del ejercicio de la abogacía, también inculcan principios como transparencia y honestidad, “la enseñanza del derecho no sólo implica el conocimiento de las notas jurídicas, sino de valores que el abogado debe tener en su práctica profesional”, resaltó el docente e investigador Leonel Bustamante Bácame.
A través de la videoconferencia La disciplina y la profesión en el derecho, el catedrático del Departamento de Derecho participó en la Feria virtual de orientación educativa de la División de Ciencias Sociales, sesión en la cual orientó a estudiantes de preparatoria sobre los retos de esta profesión, así como algunos mitos que hay acerca de este ejercicio profesional.
Reconoció que acerca del ejercicio de la abogacía existen diversos mitos y realidades, uno de éstos es la nula necesidad de estudiar para pasar las materias, lo cual es falso, recalcó, y quien esté interesado en ingresar a la Licenciatura en Derecho en la Universidad de Sonora debe saber que la etapa de formación universitaria requiere de compromiso con el estudio.
Otro mito es la idea de “estudiar Derecho para sacarle la vuelta a las matemáticas; la realidad es que en el Departamento se imparten las asignaturas de matemáticas y estadística enfocadas al campo jurídico, y el abogado no se desprende de esos aspectos que tienen que ver con la cuestión de ciencias exactas, porque igualmente en el trayecto de mi experiencia me he dado cuenta de que en algunos casos hay que recurrir a las matemáticas”, destacó.
Con 32 años de trayectoria docente, Bustamante Bácame comentó que las opciones de ejercicio profesional del abogado son variadas debido a las posibilidades de especialización en diversas áreas del derecho: civil, penal, constitucional, familiar, administrativa, laboral, agrario, ambiental, internacional, sólo por mencionar algunos.
Entre las habilidades que debe tener un estudiante que aspirar a ingresar a la Licenciatura en Derecho, contempló el dominio del idioma español, tanto en expresión escrita y verbal, conocimientos básicos de cultura general en el área de ciencias sociales, capacidad de análisis y síntesis, disposición a trabajar en equipo, interés por la lectura y sensibilidad ante la problemática social.
“El abogado tiene que ser honesto, tiene que ser probo, debe tener una excelsa moralidad, y esto lo hace interesante porque cuando se actúa de esta manera con los alumnos, con los maestros, con la gente que tiene un problema, y se es sensible, se resuelven mejor los conflictos jurídicos”, puntualizó.