Jesús Alberto Rubio/
Desde diciembre de 2017, esta casa de estudios forma parte de la Red Iberoamericana de Universidades Promotoras de la Salud (Riups) con el compromiso de plantear e impulsar diferentes estrategias a través de las cuales la comunidad en general participe y sea parte de una conciencia colectiva de mejorar nuestra razón de ser: la salud.
Esa institución, cuya sede está en Puerto Rico bajo la actual presidencia de Hiram Arroyo, tiene el auspicio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ella, además de Puerto Rico y nuestro país, también participan Francia, España, Perú, Chile, Colombia, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Argentina, entre otras naciones.
En México, 58 universidades pertenecen a la Red Mexicana Promotora de la Salud, con 33 de ellas adheridas a la Iberoamericana.
Entre sus grandes objetivos destaca el hecho de que impulsa y fomenta que los espacios educativos universitarios sean saludables, mejoren los estilos de vida de toda su comunidad así como su entorno social.
María Elena Chávez Valenzuela, representante en esta institución de la Riups, dio a conocer que toda universidad interesada en pertenecer a la Red Iberoamericana y ser promotora de salud, necesita tener ese gran objetivo dentro de su Plan de Desarrollo Institucional (PDI) como estrategia para todos los miembros de su comunidad.
Recordó que “la causalidad que siempre se había buscado de pertenecer a una red que promueva la salud, mental y social al interior del campus, finalmente se logró en diciembre de 2017, luego de un llenado de requisitos, como el comprobar que estaba en el PDI buscando su impacto al interior y el exterior de la institución”.
Es así, afirmó, como a través de la Dirección de Servicios Estudiantiles, la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, junto con otros departamentos académicos, hoy se tiene la responsabilidad de impactar positivamente en la promoción de la cultura de la salud, el deporte y la actividad física, además de tenerse como eje prioritario en el programa estratégico 12.5 del PDI.
Hizo referencia a que el Movimiento de Universidades Promotoras de la Salud surgió a partir del año 2003 en América Latina con alcance Iberoamericano, cuyos propósitos desde sus inicios fueron la formulación de políticas públicas, fortalecimiento de las acciones comunitarias y la participación ciudadana, creación de ambientes favorables a la salud, tanto en su dimensión física, social, psicológica y recreativa, desarrollo de aptitudes-
habilidades personales para tomar decisiones saludables y la reorientación de los servicios de salud.
Asimismo, añadió, para que las universidades asuman la responsabilidad de contribuir a mejorar la salud y bienestar de la sociedad en general, a través de la colaboración y el trabajo en redes.
Concepto y cultura organizacional
La también subdirectora de Apoyo a la formación Integral del Estudiante de la Dirección de Servicios Estudiantiles, dijo que el concepto de universidades promotoras de la salud hace referencia a aquellas que desarrollan una cultura organizacional orientada por los valores y los principios asociados al movimiento global de la promoción de la salud.
Planteó que es por ello que en esta casa de estudios se continúa con la promoción de estilos de vida saludables, siempre sustentada en un alto compromiso de promocionar la cultura de la salud, el deporte y la actividad física.
María Elena Chávez dijo que con el respaldo colaborativo de las academias, cuerpos docentes, la investigación y la extensión, en las tres unidades regionales de la institución se fomenta incorporar el concepto de salud, además de la sustentabilidad y cuidado del ambiente, haciéndose de manera transversal y multidisciplinaria con acciones que promueven la actividad física mental y social, además de mejores estilos de vida saludables.
Incluso, destacó que lo relevante es que hecho de que la institución esté adherida a la Red Iberoamericana permite una vinculación con el exterior a través de la movilidad estudiantil o intercambio académico, además de proyectos de investigación.
“Tenemos que hacer ver que la promoción de la salud es de todos los miembros de la comunidad universitaria para cuidar los entornos físicos, de salud y ambientales de manera conjunta”, reiteró, señalando que la diversidad de acciones se orientan a la capacitación profesional especializada, el desarrollo de eventos científicos y actividades de investigación, publicaciones, el apoyo a las redes académicas, entre otras.
Minimizar riesgos
Es necesario, sostuvo, difundir y promover de manera colaborativa los estilos de vida saludable que ayuden a minimizar el riesgo de conductas agresivas que puedan dañar la estabilidad de las personas y la misma institución.
“Actualmente los estilos de vida desafortunadamente se inclinan a favor de ser más dañinos que saludables, pero con el aporte de esfuerzos compartidos se pueden minimizar las estadísticas de una salud comprometida teniendo la conciencia de hacer cambios profundos en nuestra vida, en nuestro entorno y en nosotros mismos”, apuntó.
Reiteró que las universidades pueden ser promotoras de la salud si se lo proponen, utilizando todo su potencial para influir positivamente en la condición de salud de sus miembros en aras de reforzar la incorporación de estilos de vida saludables que favorezcan las relaciones interpersonales y de convivencia, siempre, mediante el diseño de estrategias, acciones y el uso de los recursos institucionales.
“Se trata de fomentar una cultura de la salud en la comunidad universitaria, así como en su entorno social”, puntualizó tras señalar que la Red a su cargo en esta institución les informa a las autoridades universitarias qué acciones realiza y cuánta gente participa, desarrollo de encuestas de salud, entre otras actividades.