Un orgullo pertenecer a la Unidad Regional Sur: Andrea Acosta Prieto, alumna de Derecho

Olivia Paredes

Para Andrea, pertenecer a la Unidad Regional Sur (URS) de la Universidad de Sonora va más allá de formar parte de la comunidad estudiantil: es sentir el cariño y aprecio de sus compañeros, profesores e, incluso, los trabajadores de las distintas áreas; es contar con el apoyo de todos los que la rodean y le hacen saber a diario que su discapacidad física no representa ningún obstáculo para alcanzar sus metas.

Es el segundo año consecutivo que la alumna de séptimo semestre de Derecho Andrea Guadalupe Acosta Prieto logra el Premio Anual de Estudiante Distinguido de la Universidad de Sonora, reconocimiento que la llena de orgullo y que dedica no solamente a sus padres, Álvaro Acosta Miranda y Belén Prieto Garfias, sino a quien ha sido su tutora académica: María Teresa Gaxiola Sánchez.

“Me siento privilegiada y muy halagada. Agradezco a Dios, a mis papás, a la vicerrectora Adriana Leticia Navarro Verdugo y a la jefa del Departamento de Ciencias Sociales, Lidia Amalia Zallas Esquer, todo el apoyo que me han brindado durante esta travesía, desde que entré al campus Navojoa.

“Estoy muy agradecida con la Universidad de Sonora, siempre me he puesto la camiseta porque desde que ingresé sentí el cariño, acogimiento y apreciación de todo el personal docente y administrativo; y aunque todos mis maestros me han apoyado y dado buen trato, siempre accesibles y al pendiente de lo que se me ofrezca, quiero resaltar a mi tutora, María Teresa Gaxiola Sánchez, a quien considero además una amiga”, enfatizó.

La joven de 21 años de edad detalló que su condición física nunca la ha imposibilitado para lograr sus sueños, y en su búsqueda por contribuir en el mejoramiento del país fue que decidió estudiar la Licenciatura en Derecho, con el objetivo de ayudar a otras personas o la sociedad en general.

“Vivimos en estos momentos en un mundo donde existe la corrupción y aunque no puedo mitigarla, como parte del país quiero ayudar a las personas y la sociedad que necesite de mis servicios; y cuando llegué a la Universidad tuve el privilegio de que me tocara una excelente tutora de quien quiero seguir sus pasos, porque una vez que termine mi carrera y me den el título de licenciada en Derecho, me especializaré para ayudar a la sociedad”, subrayó.

Andrea reveló que sus expectativas son grandes, pues a futuro se visualiza ejerciendo su profesión de manera sobresaliente y espera seguir contando con el cariño y la amistad que ha forjado con la maestra Gaxiola, a la cual considera un ángel en su camino.

“No puedo dejar de lado el apoyo incondicional que me ha dado en la escuela, pero también en motivos personales, como el fallecimiento de mi abuelo, donde ella tuvo a bien acompañarme en ese dolor tan grande; siempre he dicho que es un regalo de Dios para mí, porque los ángeles en el camino no te los ponen nomás porque sí.

“Así como mis papás tienen una misión en esta vida, a lo mejor la doctora Teresita tiene una misión conmigo, porque el apoyo que me ha brindado es mucho y lo agradezco hoy y toda la vida; además quiero decirles a todos los jóvenes que luchen por sus sueños, todo se puede si uno se lo propone, en esta vida no hay límites, todos podemos llegar a nuestras metas porque somos búhos y volamos alto”, añadió la estudiante.

Por su parte, la académica María Teresa Gaxiola Sánchez relató que conoció a Andrea Guadalupe primero en una de sus materias, donde se destacó por su participación constante en el aula, la rapidez con la que entregaba sus tareas y, sobre todo, por cuestionar cada detalle e ir más allá de las clases.

“A pesar de su problema de discapacidad, ella es un ser humano empoderado, valioso, sus padres le enseñaron que es un ser humano normal, completo, ella tiene todas las capacidades para hacer lo que ella quiera y lograr todo lo que se proponga como lo ha hecho; es una alumna excelente, de las mejores”, precisó.

La docente del campus Navojoa señaló que cuando le asignaron a la alumna como tutorada, comenzó a ayudarla en diversas gestiones dentro y fuera de la institución, en el ámbito escolar, espiritual e incluso familiar, donde ha tenido oportunidad de apoyarla.

“Es una alumna responsable, que tiene muchos valores, una familia muy valiosa; hicimos un excelente equipo, todo lo que a ellos se les ofrezca me llaman o los llamo; de hecho, ella no tiene ningún problema para comunicarse con la vicerrectora, con los jefes de Departamento, con el rector, porque precisamente hemos tenido pláticas donde le hemos explicado que no hay nada que le impida a ella, aún con la discapacidad que tiene, lograr lo que ella quiere.

“Para mí es un halago, una satisfacción plena, porque es la segunda vez que la reconocen como la mejor alumna precisamente porque ella me ha permitido a mí dar ese extra; la diferencia entre lo ordinario y extraordinario es ese extra. Es mi alumna y sigue siendo mi alumna aunque yo salga de los muros de la Universidad, y si ella necesita algo más aparte de las necesidades académicas, como ser humano estás ahí para ayudar y servir”, acentuó.

Gaxiola Sánchez reiteró que Andrea es una persona súper dotada, preparada, empoderada e inteligente, con la que logró una amistad que trasciende lo académico y que espera seguir manteniendo una vez que concluya sus estudios universitarios.

“Ella saca lo mejor de mí, también como ser humano tengo mis valores, se los debo a mis padres y a Dios, y esta es una oportunidad de dar lo mejor de mí; y la Universidad de Sonora me está dando la oportunidad con Andrea de dar ese extra, de marcar una diferencia”, expresó.

Respecto a la inclusión, concluyó que la Universidad de Sonora y la Unidad Regional Sur dejan claro que se trata de una comunidad universitaria donde no se discrimina a ninguna persona, sino que todos son bienvenidos y valiosos por igual.