Aleyda Gutiérrez Guerrero
La Universidad de Sonora se encuentra de fiesta, celebra 82 años de historia y evolución constante. A lo largo de su existencia, ha sido un semillero de talento y conocimiento, albergando una sólida planta académica y formando a miles de egresados que han contribuido a su grandeza.
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Esta noble institución se ha forjado un legado que no solo enriquece a la sociedad, sino que fortalece los lazos entre profesores y alumnos, generando una sinergia que impulsa su crecimiento continuo.
Uno de los pilares de esta universidad es el Maestro de Tiempo Completo del Departamento de Economía, Óscar Alfredo Erquizio Espinal, quien ha dedicado 45 años de su vida a esta institución y destacó su orgullo por formar parte de la Universidad de Sonora.
“La he visto crecer, la he visto mejorar en la infraestructura física, en la calidad de sus integrantes, de sus profesores, tener cada vez más estudiantes y más carreras. Me da gusto saber que la universidad va a seguir creciendo, que va por buen camino y que yo he sido testigo de gran parte de su historia, de más de la mitad de su historia”, resaltó.
Una de las cosas que agradece, dijo, es haber tenido, durante todo este tiempo, un buen ambiente para trabajar, de mucha cordialidad y apoyo.
Mencionó que hace poco hubo una ceremonia por el 54 aniversario del Departamento de Economía, y en la contabilidad se hizo referencia a que han egresado 1,200 economistas, y como él llegó en el noveno año de su fundación, calcula que le habrán tocado alrededor de 800 alumnos, muchos de ellos destacados, con quienes ha podido encontrar diálogo, respeto y colaboración.
De sus egresados, recordó especialmente a Roberto Ramírez Rodríguez, quien llegó a la Unison en 1980 como alumno, mientras que él llegó a la institución como maestro en el año 1979. “Nos encontramos tres años después en las aulas, fue mi alumno en dos materias, luego confluimos, porque se convirtió en profesor en el Departamento de Economía y desde entonces entramos en sinergias, ya no de profesor a alumno sino de colegas.
“Él es más entusiasta que yo, más dinámico, y me impulsó a participar en congresos, en investigar de los temas regionales, él es coautor conmigo de libros y artículos y he aprendido mucho de él. Eso es de lo que un profesor más orgullo tiene, cuando aprende de sus alumnos, de los muchachos que tuvo en el pasado y que ahora han crecido”, expresó.
El doctor en Economía y académico de la Facultad Interdisciplinaria de Ciencias Económicas y Administrativas, dijo que el legado que un profesor deja son las enseñanzas, alumnos destacados, y considera que ha cumplido, y que una muestra de ello es Roberto Ramírez, que además de colega es un gran amigo para él.
“Felicito a la institución por estos 82 años, es una universidad grande, importante y la abrazo, porque ella a su vez me abrazó a mí, me cobijó, me dio todas las oportunidades que tuve para prepararme, por eso estoy orgulloso y agradecido”, exclamó el docente originario de Lima, Perú.
Grandes colaboradores
Por su parte, su exalumno y ahora colega en el Departamento de Economía, Roberto Ramírez Rodríguez, recordó su etapa estudiantil y la calificó de muy satisfactoria, grandiosa en muchos aspectos y donde se formó académicamente con una visión social.
“En esa época veníamos los sábados a clases, a tomar talleres, había mucho entusiasmo, yo soy parte de esa generación de entusiastas y creo que la universidad nos permitió formarnos y aprender de la planta docente. Estamos muy orgullosos de haber tenido a profesores muy calificados y que a la postre siguieron pasando el legado, como Alfredo Erquizio, quien no solo fue mi maestro, fue mi amigo, le tengo mucho respeto, me hice su colaborador, su brazo derecho, por decirlo así”, compartió.
Dijo que aprendió muchas cosas de su maestro Alfredo, a desempeñarse en cuestiones académicas a retroalimentarse con él de todo lo que trabajaban juntos. “Él hizo su tesis de doctorado sobre ciclos económicos y yo sobre federalismo fiscal, así que yo aprendí de él y él de mí, terminamos juntando las dos áreas y nos especializamos en ciclos y crecimiento económico, pero ligados con las finanzas públicas, sumando ramas de la economía y eso nos enriqueció mucho”.
Además, indicó que Erquizio Espinal es una persona muy culta que no solo sabe de economía, sino que lee mucho de ensayo y novela, y es también una persona que siempre está el día con entrevistas especializadas, literatura, la nota periodística, y que de todo ello le fue aprendiendo, pero destacó, en especial, el gran ser humano que es.
Reveló que también está agradecido con muchos de los maestros con los que se formó, pero que con Alfredo hizo equipo, una mancuerna que perdura hasta la fecha y que se siente orgulloso de que juntos hayan contribuido con distintos proyectos educativos y en la creación de nueva oferta educativa del departamento, junto con otros académicos.
“Seguimos impulsando proyectos, publicaciones y la universidad nos lo ha permitido, por eso estamos muy orgullosos de haber llegado este espacio, a mí me dio una beca para estudiar maestría y doctorado, y en estos 39 años que llevó en la institución también he tenido la oportunidad de formar a nuevos profesores de tiempo completo y ahí va la dádiva, pasándose de una generación a otra, la llamada deontología del conocimiento se ha ido transmitiendo y creo que hemos avanzado en el departamento”, señaló.
Felicitó a la Unison por su 82 aniversario, y consideró que es un momento importante de madurez de la Universidad, de seguir avanzando y de que ese legado que se ha ido transmitiendo de generación en generación siga en este proceso de relevo generacional, lo que permitirá que la grandeza de la alma mater continúe.
Con motivo de su 82 aniversario, la Universidad de Sonora sigue demostrando que su grandeza radica en su capacidad para formar y nutrir el talento de sus estudiantes, quienes, a su vez, devuelven ese conocimiento en forma de colaboración y proyectos que impactan a la comunidad.
La celebración de este aniversario es un momento clave para reconocer el esfuerzo y dedicación de quienes han hecho de esta institución un referente en la educación superior, y para asegurar que su legado siga vivo en las futuras generaciones.