A pesar de la apertura y de los avances en materia de derechos de género y diversidad sexual, aún sigue habiendo mucho odio hacia quienes manifiestan preferencias diferentes al común del entorno social, consideró María Luisa Alatorre Castañeda.
La directora de atención a los Derechos Sexuales de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Sonora habló sobre los derechos de la población Lgbtttiqa a estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de esta casa de estudios, y destacó que para avanzar más, habrá que respetar y practicar ampliamente la laicidad que establece la Constitución.
“Realmente necesitamos reforzar la laicidad del Estado, pues en un Estado laico cada quien es libre de decidir si profesa una religión o no, y los derechos universales también hablan de los derechos como católicos”, expresó.
Alatorre Castañeda dijo que este concepto provoca aún mucho odio entre la población y rechazo hacia las comunidades “diferentes” o poblaciones que no se ajustan a las normas dominantes heterosexuales, aunque ellos también forman parte de la diversidad sexual.
“La diversidad sexual hace referencia a todas las posibilidades de asumir, expresar y vivir la sexualidad, así como asumir las identidades y preferencias sexuales como reconocimiento a que todos los cuerpos, sensaciones y los deseos tienen derecho a existir y manifestarse sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas”, asentó
Recordó que en el marco de la diversidad sexual, socialmente se ha impuesto la forma de referirse a las poblaciones que no se ajustan a las normas dominantes y hay que tomar en cuenta que no son etiquetas, pues éstas son las que promueven los prejuicios, los estigmas, la exclusión, la infravaloración y/o la discriminación.
Señaló que los grupos identificados con las siglas Lgbttti (Lesbiana, Gay Bisexual, Trasgénero, Transexuales, Trasvesti e Intersexual) tienen sus derechos como los que no están incluidos, y hay legislaciones específicas que ayudan a que se valoren y se hagan efectivas.
En la charla con los alumnos del Departamento de Enfermería, la también activista añadió que el odio por género se fundamenta también en la desinformación, en creencias culturales y estigmas que alientan las prácticas y actitudes discriminatorias en detrimento de la dignidad y los derechos de las mujeres y la población Lgbtttiq.
“Las manifestaciones discriminatorias de carácter homofóbico tienen como consecuencia la negación de derechos y, al mismo tiempo, generan condiciones que propician actos violentos que ponen en riesgo la integridad física y mental de la población Lgbtttiq, como son la homofobia, lesbofobia, trasfobia, biofobia y más”, subrayó.