Elías Quijada
Un estudio realizado en el Centro de Atención Telefónica de Intervención en Crisis (Catic) de la Universidad de Sonora, de marzo a noviembre de este año, lapso que ha prevalecido la pandemia por la covid-19, revela que el 48% de las llamadas recibidas fueron por situaciones de ansiedad, el 22.8% por estrés, el 18.7% por condiciones de depresión y por duelo el 10.6%.
Farah Gisela Arreola Romero, académica e integrante fundadora de esta área universitaria, dijo que basado en los reportes obtenidos en dicho periodo, se han recibido aproximadamente 900 llamadas buscando orientación sobre apoyo psicológico en diversos temas vinculadas por afectaciones relacionadas con la situación de emergencia sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2.
Explicó que, del total de servicios telefónicos, se escogieron a 123 usuarios que se consideraron importantes, principalmente a través de una clasificación de llamadas y que hayan dado autorización para comentar sus datos; de ellos, el 75% fue de mujeres y el 25% de hombres, entre los 11 y 75 años de edad, de los cuales el 33% eran profesionales de la salud, 30% estudiantes, 15% amas de casa y el 22% otras profesiones u ocupaciones.
“Los análisis de datos se obtuvieron porcentajes para los datos cualitativos, medias y desviaciones estándar para los datos cuantitativos, se llevó a cabo análisis de Chi Cuadrada para establecer relaciones entre las áreas de funcionamiento Casic y el motivo de consulta, y se aplicó la fórmula de T Student para obtener diferencia por sexo y edad”, expresó.
“Unas de las líneas de acción que se trabaja es cómo se ha evolucionado los motivos de consulta en el tiempo; sin embargo, de junio a la fecha, el porcentaje por duelo se ha incrementado obviamente por razones cronológica de la pandemia”, indicó.
La edad de los usuarios estuvo relacionada con ansiedad y depresión, lo que significó que a mayor edad hubo más presencia de síntomas de ansiedad, y a menor edad, hubo más condiciones de depresión, este resultado basado en una medida mediana de 30 años, la cual arrojó que la mayoría del personal de salud presentan angustia y los de menor edad fueron estudiantes universitarios los que tenían contextos de depresión.
La caracterización de la ansiedad fue identificada a través de cambios en la dimensión del comportamiento en el área de alimentación, en el aspecto afectivo se reflejó en tristeza, en lo somático fue respiración agitado y preocupación excesiva por la enfermedad. “Los usuarios mostraron una inquietud por la enfermedad, lo que podría llevar a malinterpretar sensaciones como evidencia de estar infectados, haciéndolo más susceptibles a presentar ciertas características”, abundó.
En el duelo, afirmó, se reportaron cambios en las actividades cotidianas, en las horas y calidad de sueño, alimentación, respiración agitada, fatiga y cambios en las creencias religiosas; por otra parte, en los usuarios que presentaron depresión se registraron ideación e intentos de suicidio, nerviosismo y tristeza en el área afectiva; mientras que las reacciones de estrés fueron conflictos familiares en su mayoría, consumo de drogas y alcohol.
Por su parte Olimpia Salazar Serrano, catedrática de la Licenciatura en Psicología e integrante de Catic, detalló que al recibir una llamada de emergencia se activa el protocolo de atención y se llevan a cabo los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), que incluyen cinco pasos integrales, contacto psicológico, funcionamiento Casic, alternativas de solución, acciones concretas y seguimiento.
“Consiste en establecer la confianza con el usuario y ofrecer un mensaje de acompañamiento, porque para la persona que está hablando tiene factores de crisis; a su vez, se exploran los cambios que han surgido en su vida, los cuales pueden ser negativos, como el consumo de drogas, violencia, autolesiones, y cuáles son los pensamientos con mayor frecuencia, entre otros temas”, puntualizó.
Manifestó que dentro del protocolo también existe la psicoeducación como herramienta fundamental para ayudar la búsqueda de bienestar físico y psicológico, que incluye cómo mejorar la alimentación, descanso, mantenerse hidratado, ejercicio y técnicas de respiración.
Otra medida precautoria que se toma cuando la situación vivida pone en riesgo la integridad del usuario es la canalización de segundo orden, y para ello se cuenta el respaldo y servicios de Red Sonora, que ofrece atención especializada a las diferentes caras de la crisis, como psicotrauma, atenciones psicosociales de violencia e intervenciones psicosociales en familia, urbanas y rurales, subrayó.
Asimismo, Lilia Encinas Norzagaray también docente de institución y fundadora del área universitaria, recordó que el centro del Centro de Atención Telefónica nació el 30 de agosto del 2016 como un proyecto de vinculación entre la Universidad y los sectores vulnerables. El objetivo del Catic es ofrecer una atención especializada para apoyar a las personas en el afrontamiento de una crisis psicológica hasta el restablecimiento de su equilibro emocional.
Ante la emergencia sanitaria por la covid-19 se implementó el Protocolo PAP, incluyendo la información necesaria para el conocimiento de la pandemia, medidas de prevención, control, combate y transmisión del virus; como resultado, Catic se sumó al modelo de recomendaciones estratégicas a la salud mental y apoyo psicosocial de la Organización Panamericana de la Salud, donde se resalta la importancia de facilitar la atención emocional considerando las barreras actuales para el acceso a los servicios, sostuvo.
Además, recalcó que con la ayuda de los estudiantes se abrieron las llamadas para atención de las personas que necesitaban, después de ver que la pandemia iba a perdurar más tiempo de lo estimado por las autoridades de salud, y se habilitaron alrededor de 17 líneas, en horarios de 8:00 a 20:00 horas, los siete días de la semana.