Jesús Alberto Rubio//
El uso del herbicida glifosato viene a ser el más utilizado del mundo, el cual es hoy objeto de interesante controversia desde el punto de vista toxicológico y ambiental afirmó Eduardo Pablo Canseco Vilchis, profesor investigador de tiempo completo en el Departamento de Agricultura y Ganadería (DAG), de la Universidad de Sonora.
El académico titular en los cursos de Genética, Mejoramiento Genético Vegetal y Producción de Semilla, dijo que hay experimentos realizados y publicados en artículos de revistas científicas donde hay información contradictoria, sobre todo que no es tóxico en animales y seres humanos.
Sin embargo, Canseco Vilchis hizo referencia a que en años recientes algunos países están prohibiendo o limitando su uso y que, en el caso de México, desde el 31 de diciembre del año 2020, se ha regulado para disminuir anualmente su uso para llegar a eliminarlo.
“Efectivamente, el glifosato es un herbicida para controlar malezas en cultivos y representa el principio activo del herbicida Roundup (nombre comercial producido por Monsanto comprada por Bayer en 2018, cuya patente expiró en 2000).
Mencionó que Monsanto patentó en algunos países la soya transgénica resistente a glifosato, conocida como soya RR (Roundup Ready) o soya 40-3-2, tecnología que permite la aplicación del herbicida en cobertura total sin afectar el cultivo.
Dio a conocer que existen actualmente en el mercado otras especies resistentes al glifosato, como maíz, algodón, canola, entre otras. “Su efectividad en plantas transgénicos ha aumentado rendimientos y calidad en las cosechas”.
Concluyó con el señalamiento que como medida precautoria es positivo, pero habrá de recomendarse un sustituto que sea inocuo en especies cultivadas, animales y seres humanos.
Prácticas con herbicidas
Por su parte, Martín de Jesús Chávez Valenzuela, también profesor investigador de asignatura en Malezas y Fisiología Vegetal en el DAG indicó que la investigación, desarrollo y uso de herbicidas en la agricultura convencional existe desde la primera mitad del siglo pasado.
“Se intensificaron las prácticas con herbicidas por su gran efectividad a corto plazo en el control de malezas y por ser un insumo redituable dentro de los proyectos agrícolas”, comentó el especialista en biociencias.
Dijo que, precisamente, uno de los productos más populares fue el glifosato, que fue aprobado por distintas autoridades a nivel mundial como el Instituto Británico de Estándares (BSI) y la Sociedad Americana de Ciencias de Malezas (WSSA).
Chávez Valenzuela afirmó que el glifosato es un herbicida de acción total que interrumpe el crecimiento de las plantas, provoca clorosis y necrosis e inhibe diferentes procesos metabólicos vegetales.
Representa un peligro
El profesor investigador del DAG afirmó que ese tipo de productos tienden a ser relativamente económicos, pero con alta peligrosidad tanto para el medio ambiente como para la población humana.
“Herbicidas como el glifosato se han utilizado en diferentes cultivos alrededor del mundo; uno de ellos, con mayor nivel residual de este producto, es la avena y sus derivados como harinas, panes y granola”, advirtió.
Por ello planteó que dicho lo anterior, es evidente la existencia de residuos del herbicida en alimentos de la canasta básica en diferentes países incluyendo México.
Martín de Jesús Chávez indicó que hoy en día existen estudios contundentes donde se comprueba o, por lo menos, se demuestran pruebas preliminares de la relación entre contenido residual de glifosato en el cuerpo humano y diferentes padecimientos como el cáncer de mama.
Por lo tanto, aseveró, es de suma importancia la regulación del glifosato tanto en el uso en campos agrícolas como en el contenido residual de los alimentos accesibles para la población.
Tema de conversación
También Juan Pedro López Córdova, Técnico Académico en Parasitología Agrícola en el mismo departamento, de inicio señaló que los términos “sustentable”, “ecológico”, “orgánico” hoy en día están de moda y que las generaciones cambian a lo largo de los años y con ellas las posturas en las que influyen.
Las prácticas agrícolas, sostuvo, sin duda son un tema de conversación debido a que nos provee de alimentos y genera un sistema económico importante en cada una de las regiones del mundo y que dentro de sus insumos están los agroquímicos.
“Por supuesto, el manejo de los agroquímicos genera polémicas en distintas aristas y una de ellas, es la utilización de los herbicidas que nos ayudan a controlar y combatir aquellas plantas que presentan una competencia al cultivo donde se centra el sistema productivo, industrial y comercial”, afirmó.
En un sentido más amplio, puntualizó que su definición se encuentra como “todas las plantas que crecen de manera silvestre en un terreno controlado por las personas”.
Uso de herbicidas y el glifosato
Juan Pedro López Córdova dijo que, retomando el uso de los herbicidas, probablemente hemos escuchado la palabra glifosato, que es un herbicida sistémico no selectivo de amplio espectro, más utilizado mundialmente por su eficacia para malezas anuales o perennes además por la baja residualidad de compuestos tóxicos.
Indicó que el tema le recuerda al científico español de la Universidad de Valencia y escritor del periódico El País, José Miguel Mulet, ya que mencionaba en una de sus conferencias que “el glifosato es igual de tóxico que la carne, el mate o el café” y esta oración tiene un tanto de coherencia a pesar de lo absurdo que la logramos leer”.
El glifosato, apuntó, se encuentra en la categoría 2 A “probable cancerígeno” por la agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (Iarc), una sub-agencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalando que en esa categoría están las bebidas calientes, los teléfonos, la carne etc.
Informó que la Iarc es uno de los cuatro programas dentro de la OMS que ha analizado el glifosato y la única que ha arribado a esta conclusión aun utilizando estos parámetros de carácter cualitativo y no cuantitativo.
“Como ejemplo de la importancia de la utilización del glifosato, podemos recordar que la unión europea hace algunos años efectuó una prórroga en la restricción de su uso hasta el año 2024 y esto se debe a que actualmente no existen alternativas viables que puedan reemplazar la molécula del herbicida”, abundó.
Producto de libre mercado
La cuestión, afirmó López Córdova, es que glifosato es un producto de libre mercado donde no existe una limitación en su venta y lo podemos observar cuando se utiliza para el cuidado del jardín de la casa o también para eliminar las malas hierbas en ambientes urbano (parques, calles, carreteras, etc).
“El asunto aquí es que la oleada constante de ataques y bombardeos del uso del glifosato se aprecia con tintes políticos donde los actores involucrados son los ambientalistas. Esto es un tema más de activismo ecológico que meramente un tema más objetivo donde la ciencia debe de estar presente”, subrayó.
Expresó que se debe estar confiados en este asunto ya que, si algo tiene nuestro país mexicano, es un buen sistema gubernamental de reglamentación en materia fitosanitaria y seguridad alimentaria, donde se regula constantemente la utilización de los agroquímicos en el sistema productivo.
“Obviamente mi postura personal no es la defensa del glifosato, pero debemos estar conscientes de lo que leemos, vemos y escuchamos en televisión, internet o radio”, dijo.
Por último, agregó que cuando “nos encontremos con un producto de igual o mayor efectividad y menos toxicidad que el glifosato, esté último se desplazará y no estará más en la lista de los herbicidas que se utilizaron en historia de la agricultura”.
Genera gran polémica
A su vez, Andrés Ocho Meza, jefe del DAG, también planteó que el uso de glifosato ha generado gran polémica en los últimos años, ya que forma parte de la mayoría de los paquetes tecnológicos, incluyendo aquellos que viran hacia prácticas más sustentables como la labranza de conservación, por ejemplo.
Es un hecho que por decreto se debe eliminar por completo su uso en la agricultura nacional en un futuro cercano, afirmó, considerando que, en este sentido, “las instituciones de investigación y de enseñanza superior, debemos analizar con cuidado las alternativas para cubrir las necesidades que actualmente se atienden con el uso de glifosato en los sistemas de producción agrícola”.
Ochoa Meza indicó que en el Departamento de Agricultura y Ganadería se forman profesionales con un compromiso claro hacia la mejora de los sistemas productivos, y particularmente del cuidado de los recursos naturales y humanos, por lo que con esa premisa se actualizan para contribuir en la búsqueda de las opciones, en este caso, con un enfoque integral”.
Por su eliminación
Andrés Ochoa retomó el hecho de que, en efecto, el glifosato es el herbicida más usado en el mundo para el control de arvenses, o sea las especies vegetales presentes en los ecosistemas agrícolas que compiten por agua y nutrientes con las plantas en cultivo.
Al hacer referencia de que la Organización Mundial de la Salud ha alertado sobre los potenciales efectos cancerígenos del glifosato debido a su alta genotoxicidad, recordó cómo en Mexico, el 31 de diciembre de 2020 se publicó un decreto para sustituir gradualmente su uso, adquisición, distribución, promoción e importación por alternativas sostenibles y culturalmente adecuadas.
“En días pasados, por segundo año consecutivo, el Conacyt emitió una recomendación dirigida a las autoridades competentes sobre las cuotas máximas de importación de glifosato a México. Con esta acción se continúa el proceso de eliminación gradual de glifosato que culminará en 2024 con su prohibición total”, concluyó.