Elías Quijada
Como un testimonio de su incansable dedicación, ilustre trayectoria y valiosas contribuciones que ha realizado en el campo de la lingüística a lo largo de varias décadas, Zarina Estrada Fernández, docente del Departamento de Letras y Lingüística de la Universidad de Sonora, recibió el nombramiento como Investigadora Nacional Emérita en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
La distinción destaca el compromiso de la profesora universitaria con la investigación y la enseñanza, quien ha inspirado a generaciones de estudiantes y compañeros, y su trabajo ha dejado una huella perdurable en el ámbito académico. Su capacidad para abordar desafíos complejos y su pasión por el conocimiento han enriquecido no solo a la comunidad universitaria, sino también al país.
Una académica comprometida
En entrevista, Estrada Fernández expresó que este reconocimiento lo emite el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías del gobierno federal a catedráticos que han generado conocimiento de punta y se encuentren en la categoría más alta, Nivel III; además de que se han visto como personas que tienen productividad en las directrices que la propia dependencia apunta y haber cumplido más de 65 años de edad.
Explicó que no había solicitado el nombramiento porque tenía la incertidumbre de si iban a reconocer y valorar el trabajo académico, porque muchas veces entre pares se pueden basar en la subjetividad, pero, afortunadamente, en su larga trayectoria han surgido opiniones que apuntalan la calidad, la cual se va contribuyendo una carrera sólida a lo largo de los años.
“Entré en el SNI en 1992 y fui subiendo, nunca fue eliminada de la lista de profesores investigadores. Estudiar un doctorado no termina el aprendizaje, se continúa en la búsqueda de nuevos cursos de investigación, problemáticas, nuevos intereses o qué se desea aclarar o explicar”, dijo.
No tengo Facebook, ni Instagram, porque mi tiempo es oro y si voy a dedicar mi tiempo lo dedico a la investigación. Opté por las lenguas indígenas porque mi formación fue en una preparatoria privada de monjas católicas, donde se tuvo la oportunidad de llevar latín y griego, un año, y como soy originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, el inglés estaba presente hasta el quinto de primaria, recordó.
Contó que al terminar la preparatoria llevó un año de inglés en Texas, después ingresó a la UNAM y los lineamientos te exigían acreditar una lengua en la licenciatura, una segunda lengua en la maestría y tercera en doctorado, por ello estudio francés, alemán y latín.
“En ese tiempo dieron un curso de Náhuatl Clásico y decidí estudiar esa línea de conocimiento por la diferencia de cómo eran las otras lenguas y cómo se contractaban. Me fui por la especialidad de lingüística que ofreció la UNAM, pero no se permitía la titulación con tesis de la lengua indígena y tuve que irme a los Estados Unidos”, especificó.
Al poco tiempo de haberse titulado entró al SNI sin haber publicado algún texto, solo con el título de doctora y de ahí fue creciendo, con retos en publicar artículos al año, publicar libros y formar comunidad científica humanística que inciden con tus ideas a gente que se está formando, comentó.
Fruto de su esfuerzo
Sostuvo que ser Investigadora Nacional Emérita significa el fruto de su trabajo al ganar una seguridad económica.
“Me da gusto, y más me da porque es un área que no ha sido fácil de impulsar; me tocó impulsar la licenciatura, maestría y doctorado en Humanidades, y puse a la Universidad de Sonora y a quienes estudiaban temas indígenas en el ojo del huracán. El mundo lo vio, tanto rusos, alemanes, daneses, japonés, coreanos y australianos, todos ellos saben de los estudiantes que producimos”, expresó.
Entre los planes a futuro, precisó, que tiene la integración de libros enfocadas a la gramática escrita en latín por un jesuita que era originalmente del reino de Moravia; también se comenzó un proyecto con otro profesor universitario y está en proceso de publicar la traducción del latín al español y el comentario crítico.
“Tengo otra obra de materiales lingüísticos de Pima Bajo, se considera una lengua en riesgo de desaparecer con muy pocos hablantes, pero esos datos me los compartió un norteamericano investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y con eso me impulsó a estudiar el idioma y tengo también otro libro sobre un segundo volumen de la gramática de Pima Bajo Especializado en todo lo que es la combinación de cláusulas a nivel de discurso”, abundó.
Para la Universidad de Sonora, este reconocimiento, significa contar con una académica dentro de esta categoría especial y da testimonio que el quehacer universitario que se produce en el Departamento de Letras y Lingüística y en general es innovador y de punta y es de la misma calidad y privilegio del que se genera en el centro del país.
Agradezco a todos quienes intervinieron para que estudiara y siguiera en la investigación, así como la oportunidad de ocupar puestos estratégicos para proyectar a la académica de las lenguas indígenas y de la investigación para su reconocimiento”, concluyó.