Beatriz Espinoza/
El estilo de vida del sonorense tiene mucha injerencia en la generación de cáncer de mama, y cada año se registran más casos, ocupando el segundo lugar a nivel nacional, expresó Baldemar Corral Villegas, quien recomendó promover desde la atención primaria, la autoexploración y la mamografía.
Acompañado por los especialistas José Heliodoro González Zepeda, Carlos Daniel Luque Morales y Maxwell Avilés Rodríguez, el oncólogo dijo que la detección temprana de este padecimiento es sumamente importante ante un deficiente sistema de salud oficial.
Baldemar Corral lideró el panel Manejo del cáncer de mama durante la segunda jornada del XIII Congreso Estudiantil de Medicina de la Universidad de Sonora (Cemus), y empezó preguntando a los asistentes el ¿por qué seguimos siendo el estado –Sonora- con el mayor número de casos de muertes por cáncer de mama? ¿Qué estilo de vida tenemos los sonorenses que cada año tenemos más casos de muertes por cáncer de mama?
“Está demostrado que la detección temprana de este padecimiento puede salvar vidas, pero si cambiamos nuestro estilo de vida, podemos lograr mejores resultados”, expresó al coincidir con los participantes del panel en que las condiciones generales de la mujer en la entidad –comida, índice de masa corporal, sobrepeso, y otros-, son causas de riesgo, además de la herencia familiar.
Durante su exposición, los médicos especialistas coincidieron en señalar también que, desafortunadamente, el sistema de salud en México tarda en la atención y en los tratamientos, y por ello la atención primaria es importante para la detección de cualquier síntoma para encauzar a los pacientes en el menor tiempo posible.
Heliodoro González comentó que no hay un acceso real de la población a medios como una mamografía, pues sólo se accede de 1.1 a 2 mamografías de cada 100 que se hacen en el país, eso sin contar el tiempo que tardan en atención.
Carlos Daniel Luque Morales dijo que la mastografía o mamografía es una herramienta fantástica para detectar lesiones que no son perceptibles a la palpación que está recomendada por la Norma Oficial Mexicana (NOM): para las mujeres mayores de 40 años hasta los 49 años cada año o dos años, y después de los 50 debe ser anual.
“Después de los 40 años es obligación de los médicos también insistir al paciente, a los familiares, a la población femenina en general realizarse la mastografía o mamografía para detectar lesiones en una etapa más temprana, y así influir en el pronóstico de la enfermedad de la paciente”, estableció.
Baldemar Corral añadió que si se siguen adoptando estilos de vida como el del país vecino del norte, de quien se cree tiene un buen sistema de salud, siendo que es el peor en el mundo y mueren por cáncer 153 personas por cada 100,000 habitantes, mientras que en México la mortalidad por cáncer es de 60 por cada 100,000, y en Sonora, ya tenemos 70 por cada 100,000 personas.
“Hay mucho trabajo en prevención primaria. Nadie duda de la eficacia de la mastografía. El problema que tenemos es de cobertura y qué hacer cuando somos el primer lugar en mortalidad por infartos, tercer lugar en mortalidad por cáncer de mama, segundo lugar por cáncer de colon y recto, segundo lugar por diabetes, primer lugar en obesidad infantil y segundo por obesidad en la mujer, y con un 4% de cobertura en mastografías en mujeres en edad de riesgo”, señaló.
Para abordar el problema, coincidieron en que debemos reconsiderar nuestro estilo de vida, nuestra alimentación que están impactando la salud, y en el caso del cáncer mamario, considerar que existen métodos de atención efectiva, y para ello hay que priorizar el autoexamen mamario mensual y una mastografía y examen médico de manera anual.
Finalmente, coincidieron en que la mayor tarea está en los médicos que tienen a su cargo la atención primaria para educar y guiar a la población a cuidarse, y buscar las medidas preventivas y las formas de detección temprana.