Elías Quijada//
La Universidad de Sonora pertenece al pueblo sonorense y como legisladores tenemos la responsabilidad ética y social de apoyarla incondicionalmente. Que no nos tiemble la mano para hacerlo, estableció Rosa Elena Trujillo Llanes, diputada local en el Congreso del Estado.
Durante la sesión ordinaria en el recinto legislativo, la también académica universitaria hizo un posicionamiento al cumplirse hoy 79 años de fundación de la máxima casa de estudios del estado y señaló que la institución ha aprendido a ser grande, a volar alto, a mantenerse firme ante la evolución de la ciudadanía y a construir una sociedad igualitaria e incluyente; a casi de ocho décadas de su creación ha requerido de mucho esfuerzo colectivo para crecer de la cálida mano de la sociedad sonorense, y de las y los universitarios.
Aseguró que la Universidad forma profesionistas capaces, personas responsables y solidarias con la sociedad, que hacen del diálogo y razón la base de la tolerancia.
“Cuando una persona pasa por uno de los siete arcos que le da la majestad y gracia al edificio de frontispicio de rectoría, el mundo se transforma, esa es la magia que comparte nuestra institución, hoy 12 de octubre la Universidad cumple 79 años de vida, formando recursos humanos que le han dado grandeza a nuestro estado”, afirmó.
En su mensaje ante el pleno del Congreso del Estado, recordó que la ley universitaria de 1938 señalaba que el gobierno del estado sostendría y mantendría un plantel educativo autónomo de enseñanza universitaria que se le denominará Universidad de Sonora, para detener la salida y desarraigo de los jóvenes de su ambiente regional.
Mencionó que en 1942 un grupo de 326 estudiantes inició clases en la naciente Universidad; hoy la matrícula asciende a 43 mil 479 alumnos y alumnas inscritos en 56 licenciaturas, 54 posgrados, 10 cursos de lenguas extranjeras y 4 talleres libres de arte. “Esto es una muestra del crecimiento exponencial de la comunidad estudiantil y las funciones educativas pertinentes y de excelencia que ofrece la institución y que han potencializado el desarrollo de Sonora”, añadió.
Trujillo Llanes destacó que en esta casa de estudios se formalizó la investigación científica, porque fue en su interior donde surgieron planteamientos económicos, tecnológicos y sociales con una visión de futuro que fueron permeando las prácticas cotidianas de los sectores productivos del estado, pues la Universidad de Sonora estaba destinada a convertirse en la gran palanca de la transformación de la entidad.
Gracias al esfuerzo permanente de la comunidad universitaria, la institución ha consolidado su presencia en diversos rankings nacionales e internacionales, que la colocan entre las mejores 20 universidades de México y número 1 en la región noroeste del país.
En el campo de las humanidades, dijo, la Universidad es uno de los referentes más importantes de Sonora y de la región; el arte y cultura no se puede imaginar sin las aportaciones de la alma mater, que ha sido el semillero de los artistas que en sus diferentes disciplinas han aportan para el desarrollo humano de nuestra sociedad, reiteró.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género en el Congreso del Estado subrayó que la institución se ha ganado a pulso la confianza de la ciudadanía, gracias a su vinculación social con los distintos bufetes, laboratorios y centros de asesoría y consultoría, los cuales otorgan un promedio anual de más de 20,000 servicios profesionales a los distintos sectores.
“Los avances obtenidos en los últimos años, le han brindado a la Universidad una enorme cantidad de reconocimientos locales, nacionales e internacionales; como mención especial merece el testimonio de gratitud que el Congreso del Estado hiciera el 14 de diciembre de 2010, al inscribir con letras doradas la divisa Universidad de Sonora en la pared de honor de la Sala de Plenos de este recinto legislativo”, agregó.
La profesora universitaria enfatizó que la autonomía es intocable, pero las leyes orgánicas son perfectibles y a lo largo de su historia, la Universidad de Sonora ha tenido que actualizar su marco legal de acción para acceder a las nuevas realidades de la entidad, de la región, del país y del mundo. “Hoy vivimos escenarios diferentes a los de hace 30 años. Es momento de ser responsables con el momento histórico de nuestra alma mater”, aseveró.
Con un profundo sentido social y humanista, puntualizó, la Universidad de Sonora tiene como prioridad el servicio a la sociedad sonorense, pues la casa de estudios es y seguirá siendo el patrimonio educativo, científico y cultural más valioso que los sonorenses hemos construido.
“En favor de ello trabajamos, mirando hacia el futuro sin perder de vista nuestro sólido presente y el luminoso pasado que cincelaron nuestros precursores”, concluyó.