Proponen en Congreso Nacional de Mediación formular políticas públicas en base a una cultura de paz social

Beatriz Angélica Espinoza/

Un documento denominado Manifiesto de la paz sobre políticas públicas de pacificación social, fue el resultado de los trabajos realizados en la XVIII edición del Congreso Nacional de Mediación, evento convocado por la Universidad de Sonora y el Instituto de Mediación de México.

El coordinador del Posgrado en Derecho y principal impulsor de la mediación como una vía hacia una cultura de la paz, que inició en esta casa de estudios, Jorge Pesqueira Leal, informó del documento generado y que ya fue enviado al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, así como a quien fungirá como secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y a los líderes del poder legislativo.

“Es un manifiesto en donde se concentra el sentimiento de los mexicanos que queremos construir paz social empleando para ello la justicia autocompositiva o colaborativa, que significa que estemos en condiciones para cambiar la manera en que nos relacionamos.

“Que nuestra relación sea de construcción y no de destrucción, en paz y no de violencia, y para ello se requiere la sinergia, la asociación entre la federación, el estado, los municipios y la población de esos estados”, asentó.

Pesqueira Leal dijo que el XVIII Congreso Nacional de Mediación fue un evento muy enriquecedor con la participación y compromiso del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Baja California Sur, que fungió como institución anfitriona del evento.

“El esfuerzo y el compromiso del Poder Judicial de Baja California Sur se vio reflejado en la asistencia, no sólo de los habitantes de las distintas comunidades de esa entidad –San José del Cabo, Cabo San Lucas, Ciudad Constitución y otras comunidades menores—, sino también con la asistencia de personas de muy buen perfil, funcionarios, docentes universitarios y, lo más importante, expertos de todo el país”, comentó.

El académico universitario dijo con orgullo que sigue siendo muy alto el mérito de la Universidad de Sonora, promotora de esta cultura por la paz y de los congresos nacionales, pues acuden con gran interés congresistas de otras naciones.

Comentó que la presencia de altos especialistas permitió hacer una evaluación del estado que guarda la mediación como la expresión más clara de justicia autocompositiva, que tiene que ver con el hecho de que las personas que tenemos conflictos podamos resolverlos nosotros mismos.

Esto, explicó, a través del apoyo de una institución o de alguna organización, con un tercero que permita y facilite que lleguemos a una solución de nuestras diferencias y que quienes propongamos la solución seamos quienes generamos el conflicto.

“Para nosotros era muy importante este congreso porque se da también en el marco de la elección de un presidente de la República que ya, desde julio pasado, quedó claro y definido quién es el próximo mandatario de nuestra nación; lo que nosotros planteamos en el marco del congreso, fue generar un documento para que se le enviara y entregara al presidente electo, a los tres poderes, en los tres niveles de gobierno”, asentó.

Dijo que esto debe ser desde la perspectiva de las tres instituciones de las que surge el ser humano que se apega a las normas, y que puede desarrollarse libremente sin hacer daño a los demás o a sí mismo, y éstas son la familia, la escuela y el barrio.

“Nosotros consideramos que lo van a valorar –las autoridades— porque este manifiesto es producto de cientos de expertos que laboramos intensamente pensando en qué hacer para que este país transite de una cultura de la violencia a una cultura de la paz”, asentó.

Ahí explicamos lo que significa para nosotros desde una familia pacífica, una escuela pacífica y un barrio pacífico en una sociedad donde se deben producir o generar políticas públicas más allá del discurso.

Manifiesto de la paz

Entre los planteamientos, el documento aclara los conceptos de familia como elemento natural y fundamental de la sociedad, el proceso de desarrollo armónico del ser humano y las condiciones propicias en la escuela y en la comunidad como espacios de socialización armónica.

En el punto cinco, el Manifiesto señala que los conflictos y la violencia que deriva de estos están directamente vinculados a la manera sobre cómo nos relacionamos en todos los espacios de la vida cotidiana, pues “los espacios de la familia, la escuela o el barrio son pacíficos o violentos dependiendo de cómo se relacionan sus integrantes”, señala el punto seis.

En otro de los puntos se señala que debe fortalecerse la justicia autocompositiva, dentro de la cual se ubican los mecanismos alternativos de solución de controversias que facilitan el diálogo, la mediación, la conciliación y las prácticas restaurativas como expresión de vida autocompositiva.

Además, señaló, son metodologías idóneas para dar viabilidad en los hechos a políticas públicas de pacificación social que deben cruzar trasversalmente a los tres órdenes de gobierno y el interior de éstos en todas las instituciones vinculadas al objetivo.

En este manifiesto se puntualiza que la mediación, la conciliación y los procesos restaurativos son los aliados naturales de la seguridad pública, y su aplicación eficaz desactiva los conflictos antes de que escalen a ilícitos penales.

“En síntesis, en el diseño de políticas públicas de pacificación social es indispensable contemplar el fortalecimiento de medidas de corrección que puedan ejercer todos los corresponsables de este objetivo”, señala el documento que fue firmado por el propio Pesqueira Leal como coordinador general de los congresos nacionales y mundiales de Mediación, y Daniel Gallo Rodríguez, magistrado presidente del Poder Judicial del Estado de Baja California Sur.