Paula Trespalacios Argain//
La Universidad de Sonora fomenta e impulsa la educación ambiental de manera constante desde el Programa Institucional de Sustentabilidad, y del cual se desprenden acciones de concientización para que la comunidad universitaria haga conciencia y colabore en cuidar el planeta.
Este programa, de la Dirección de Apoyo a Programas Institucionales, bajo la dirección de Martha Martínez Figuera, implementa actividades dentro del campus universitario en pro de la defensa del medio ambiente comentó su coordinador Héctor Pérez Montesinos.
“Actualmente la Universidad de Sonora tiene algunos proyectos y programas que estamos tratando de impulsar, continuar obviamente con el proyecto de Basura Cero, que es un plan para la gestión integral de los residuos sólidos que la universidad genera; ahora también nos estamos enfocando a residuos un poco más específicos como son (el destino de) los toners, las pilas, y otros”, mencionó.
Las máquinas recicladoras se ubican en la Biblioteca Central y generan puntos que los usuarios pueden canjear en la tienda de souvenirs de la Unison.
Agregó que otro programa es el de áreas cien por ciento libres de humo de cigarro, el cual ya se aplica en espacios como la División de Ciencias Biológicas y de la Salud, en el Dictus, y Enfermería; pero se trabaja en instaurarlo en todo el campus universitario y en las unidades regionales centro y sur.
Manos a la obra
Este 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental y, a propósito de ello, la Unison llevará a cabo diversas actividades, entre las que se encuentra una colecta de residuos eléctricos y electrónicos prevista para febrero próximo.
“Esta actividad, dentro del marco del Día Internacional de la Educación Ambiental, con el compromiso que la Universidad de Sonora tiene de concientizar a la comunidad universitaria y a la comunidad en general, también con este tipo de actividades para tener una mayor conciencia ambiental y que la sociedad transite a un estilo de vida más sustentable”, comentó.
Desde la academia
En la Universidad de Sonora se plantó la semilla desde hace más de 20 años para colaborar en preservar el medio ambiente, con acciones desde lo académico en el desarrollo sustentable; esto le ha valido reconocimientos a nivel nacional, como lo externó Javier Esquer Peralta, Coordinador del Posgrado en Sustentabilidad.
“La Unison ha tomado el reto, tan es así que de una semillita que inició en el área de ingeniería, conocida como célula sustentable, ahora no es solo en las áreas de ingeniería, sino a nivel institucional hay políticas, hay lineamientos, en muchas de las carreras en licenciatura y en programas de posgrado ya hay áreas enfocadas a la educación ambiental, a la educación para el desarrollo sustentable. De alguna manera, incorporar atributos ambientales a las diferentes disciplinas: Ingeniería Química, Ingeniería Industrial, Arquitectura, Psicología; en muchas de las carreras que ofrece la Universidad de Sonora, incluso, pues ya hay licenciatura”, comentó.
El impulso a este tema por parte de la Universidad de Sonora, aseguró, se refleja desde las opciones académicas que ofrece como agente de generar y transmitir conocimiento.
“Un factor clave, un factor muy importante, esto va a permitir que los nuevos profesionistas, cuando tomen decisiones de trabajo, ya sea que estén trabajando en una maquiladora, ya sea que sean dueños de sus propias empresas, de que trabajan en una consultoría, de que trabajan en una circunscripción de educación; los próximos profesionistas, cuando tomen decisiones serán basadas en una ética ambiental, en una ética social, con principios, valores de respeto al medio ambiente, de respeto a las personas”, explicó.
Consideró que la educación ambiental debe ser transversal a cualquier disciplina, a cualquier ámbito de acción científico, académico, social o de ciencias duras, ya que es importante que las nuevas generaciones, las generaciones intermedias y las más avanzadas, reconecten con el ambiente que permite que haya ecosistemas, diversidad de especies, animales, insectos, plantas.
No todo está perdido
El concepto de educación ambiental comenzó a manejarse a principios de la década de los 70 por la Unesco, en una reunión en Belgrado, a raíz de la necesidad de otorgar a la educación un papel preponderante para generar cambios, mejorar actividades, crear valores y permitir asumir los retos que se venían dando comentó Nora Elba Munguía Vega, Coordinadora de la Licenciatura en Sustentabilidad.
“La importancia de cuidar los recursos, obviamente por el simple hecho de que, aunque nosotros nos proveemos de los recursos naturales básicos para vivir o para producir bienes que requerimos a diario, pero sabemos que estos son finitos, no van a estar para siempre, nos los estamos agotando y de ahí pues la importancia de cuidarlos, de emprender acciones en favor de estos, del ambiente, pues para cuidar los recursos”, consideró la académica.
Esquer Peralta, ante esto, comentó que, aunque se han manejado escenarios de qué es lo que puede suceder a futuro, gracias a la información se puede pelear por un cambio de malos hábitos y por generar conciencia en el tema.
“Si, por ejemplo, con la cuestión del calentamiento global y cambio climático, no que estamos ahí en la en la cuerda floja, por decirlo de alguna manera, entonces necesitamos empezar a reaccionar. Afortunadamente las nuevas generaciones están recibiendo más información que la que nosotros recibíamos, en cuestiones de ecología y medio ambiente”.