Elías Quijada
Una breve reseña de existencia y cómo la intervención de la Universidad de Sonora, a través de asesorías en modelos productivos en el reclusorio fue el inicio de una nueva etapa en su vida laboral, fue el tema expuesto por José Alfredo Velásquez Pérez, en la charla “Experiencias de internos en proyectos productivos” del I Encuentro Internacional de Reinserción Social. Educar y capacitar en contexto de encierro.
La plática se llevó a cabo en días pasados en el Auditorio Astolfo Chavarín, planta baja, edificio 9-Q2, campus Hermosillo, el cual estuvo prácticamente lleno por alumnos de las licenciaturas en Mercadotecnia, Administración y Contaduría Pública.
En su intervención Velásquez Pérez dio testimonio acerca de su proyecto que emprendió cuando era interno en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Hermosillo 1, que estaba enfocado a un taller de artesanías y manualidades que está certificado por el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Sonora (Icatson).
Recordó que desde pequeño observaba a su mamá haciendo figuras con la masa de tortillas, después empezó hacer sus propios juguetes de cartón, de madera, también valeros y trompos; al paso del tiempo se dedicó a estudiar y terminó su carrera de Mantenimiento e Instalación en el Conalep de Guaymas, Sonora y por cuestiones de la vida se mudó a Hermosillo donde desafortunadamente ingreso al Cereso y fue ahí donde se hizo la pregunta de qué voy hacer a partir de ahora.
Mensaje positivo
Con un mensaje muy emotivo de superación dijo que inició a trabajar en su persona y comenzó a observar que había gente con mucho talento que hacía trabajos y al tener nociones de ciertas artesanías implementó sus habilidades para crear cosas sin tener las herramientas adecuadas y desarrollo artículos rústicos y también figuras con material reciclado.
“Empecé viendo a una persona de la Ciudad de México que estaba haciendo una flor y surgió el interés por hacer algo similar; me dijo te voy a enseñar una sola vez y al hacer mi primer intentó le gustó y después le di mi toque a las figuras que comenzaron a gustar al grado que querían que hicieran los trabajos porque sus manualidades no se vendían y fue ahí donde miré mi oportunidad”, relató.
Entonces se presentó la oportunidad más adelante en el Patronato de Readaptación Social de talleres de capacitación para trabajo en electricidad, plomería, panadería, piñatas y computación básica y ahí surgió la oportunidad de asesorías a cargo de profesoras universitarias sobre proyectos de microempresarios, contó.
Mencionó que dentro del programa había una parte donde se tenía que diseñar un proyecto y utilizó su taller, en el cual no solamente se iba a trabajar, también se contemplaba instruir a demás gente aprender o impulsar a que más internos se superaran.
“Entonces hice mi proyecto y guía didáctica, les gustó a las maestras y al final del curso me dijeron que, si me gustaría salir adelante con el proyecto, y por supuesto que acepte la idea, nomás que cuando salí libre el 2 de junio de 2022, lamentablemente el 5 de enero caí en coma diabético y estuve a punto de morir”.
“Entonces todo ese lapso estuve sin trabajar, después me integré a mi trabajo y ahorita laboro en San Carlos, Nuevo Guaymas en un residencial de guardia de seguridad, pero en mis tiempos libres sigo con mi proyecto haciendo trabajos y ayudando a personas con sus tareas en cuestión de artesanía”, narró.
En su intervención, José Alfredo exhortó a los jóvenes universitarios a luchar por sus sueños y cumplir sus metas establecidas y si sufren alguna caída el reto es levantarse con más fuerza, pues el peor error de los humanos es no equivocarse porque es entonces la enseñanza de vida se refuerza y todo se hace posible.
Parte académica
Por su parte, Guadalupe Soto Piri, académica del Departamento de Administración de la Universidad de Sonora, subrayó que la capacitación otorgada a los internos fue parte de los convenios de vinculación que se tienen con diferentes sectores de la sociedad, entre ellos, con el Cereso 1, Hermosillo.
El curso que todavía se realiza, precisó, consiste en estrategias para microempresarios, que por medio de una convocatoria los interesados llenan una solicitud donde se tiene que comprobar que practican alguna actividad relacionada a la talabartería, ornamentos de piezas, productos de madera, pulseras y aretes, después se eligen los proyectos con mayor actividad y se integran al Taller de Administración Básica, Costos y Mercadotecnia.
Informó que son 120 horas y en el transcurso de la capacitación reciben información para una formación empresarial y cuando regresen a la sociedad puedan implementar todos sus conocimientos y puedan desarrollar sus proyectos emprendedores.
Reveló que en el 2025 el taller se iniciará también en el Cereso Femenil y actualmente se han capacitado a 225 personas con el propósito que se reintegren de forma exitosa a los roles de la sociedad a través de un trabajo propio.