Retomar una alimentación con una lógica más saludable depende de la actitud y de que la persona que toma esa decisión no esté sola en el proceso de logarlo, consideró la especialista María Esther Orozco García.
La investigadora del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos consideró que es difícil tomar esa dinámica, porque, por lo general, hay alguien haciendo bullying sólo por querer intentarlo.
“El tema de la alimentación saludable es un tema delicado en especial para los mexicanos, para los sonorenses, porque siempre, cuando alguien intenta comer saludable, no falta alguien que esté haciendo carrilla; aunque hay ciertas recomendaciones para iniciar con el tema si a una persona le interesa o porque tiene que hacerlo por estar en un problema grave y que le causa trastorno en su salud”, precisó.
María Esther Orozco García habló del tema recientemente en la emisión del programa Alimentación, problema de nuestro tiempo que conduce el docente Francisco Javier Parra Vergara a través de Radio Universidad, y dijo que es muy necesario alentar, echarle porras a una persona que desea cambiar de hábitos alimenticios.
“El no tener una alimentación saludable nos va a ir generando más problemas para todos”, enfatizó al señalar que hay que incentivar a una persona que necesita cambiar de alimentación y hacerles ver que es importante para nosotros y que estamos preocupados por él o ella.
Explicó que una alimentación saludable proporciona a los individuos los elementos necesarios para cubrir sus necesidades energéticas y de nutrición en cada etapa de desarrollo y en cada ciclo de acuerdo con su edad.
Estableció que la alimentación sana debe ser completa, equilibrada, suficiente, varada, adaptada a nuestras vidas, a nuestra actividad, edad, talla, sexo y género, entre otros aspectos, pero no significa que haya prohibición de ciertos o tales alimentos o que no se pueda comer de todo.
Recordó que antes se pensaba que un niño gordito era un niño sano y ahora se ha comprobado que no ha sido así. “En un tiempo se pensaba que la proteína era lo más importante en la alimentación y se comprobó también que no era así; en los 60 y 70, se quitó la fibra a los cereales pues se pensaba que no se necesitaba y resultó que sí”.
Realmente, consideró, ha habido muchos cambios en lo que es la alimentación saludable, pero, sin embargo, todo aquello que te proporcione todos los elementos para que estés sano y activo. La alimentación debe ser completa, equilibrada y variada.
“Alimentarse bien no significa que debes comer hasta que no puedas levantarte de la mesa; uno debe comer despacio, de manera que puedas darte cuenta cuando estés satisfecho, tranquilo, que hayas comido suficiente.
“Antes nos decían que la hora de la comida era sagrada y nunca lo tomamos en cuenta; la realidad es que la hora de los alimentos sebe tomarse así, como algo sagrado, hacerse una rutina de comer teres veces al día con el desayuno, la comida y la cena, además con dos meriendas, una en la media mañana y la otra a media tarde. Es cuestión de organizarse y si, si se puede lograr”, comentó.
Orozco García advirtió que de retomar un plan de alimentación saludable, deben tomarse en cuenta todos los grupos de alimentos, porque si se omite alguno, entonces no es lo saludable que buscamos.
Tampoco, advirtió, hay que hacer cambios drásticos, todo tiene que ser paulatino, poco a poco, por ejemplo, señaló, en familia podemos decir que lunes, miércoles y viernes no tomaremos refrescos gaseosos y así se va acostumbrando hasta que un día se va a ir borrando de la dieta.
Dijo que si se deben evitar los alimentos con mucha azúcar como son los pastelitos y para sustituirlos hay muchas opciones. “Hay que hacer pequeños cambios, y hay que ayudar a las personas que necesitan apoyo, que necesitan sentir que lo van haciendo bien”.
Se puede comer de todo, pero en muy pequeñas porciones y lo más importante es no sentirse solo, siempre hay que sentirse acompañado, pues es muy cruel que una persona en una casa esté comiendo saludable y llegue otro con una pizza.
“Pero claro que se puede comer un trozo de pizza, dos trozos, pero cada quince días. No hay alimentos prohibidos, solo que sean parte de una combinación de todos los elementos que se necesitan en un buen plato y las cantidades no sean exceso”, apuntó.