Con el tratado comercial de Norte América, México tiene un ciclo económico muy sincronizado al de Estados Unidos y esa sincronización, depende de las reglas que tiene el T-Mec, aseguró el maestro de tiempo completo del Departamento de Economía, Miguel Ángel Vázquez Ruiz.
El también coordinador del Posgrado en Integración Económica habló de la situación actual del tratado que entró en vigor el 1 de julio de 2020 y consideró que estamos funcionando bien, en lo relacionado al ámbito comercial.
“El T-Mec es documento que regula una gran variedad de actividades económicas entre los países de América del Norte, aunque no es sólo un acuerdo de tipo comercial, es más complejo donde sí, ciertamente se bajan los aranceles, se liberaliza el comercio, pero también se le da apertura a la inversión extrajera directa y otros aspectos que no tenía el TLCan”, explicó.
Destacó que contempla otros aspectos como son, el que se contempla en el artículo 23, de carácter laboral y regula las cuestiones laborales en América del norte con la idea de que los trabajadores, particularmente el caso de México, disfruten de organizaciones sindicales independientes, que elijan en qué sindicato quieren estar y que vigilen si hay o no discriminación.
“Este aspecto, contemplado en el capítulo 23, es uno de los que han estado funcionando ya y lo hemos visto en al menos dos casos, el de una empresa en Querétaro donde los trabajadores se rebelaron a la CTM e hicieron su votación para tener su propia organización sindical, y otro caso más en Tamaulipas. Esto es importante, porque en el TLCan no había consideraciones de tipo laboral”, expresó.
Vázquez Ruiz añadió que el T-Mec contiene importantes reglas de origen que, si bien estaban en el tratado anterior, en este se concretizan y se especifican más. “En el anterior tratado se exigía que los automóviles, para que pudieran ser considerados sin aranceles, debían tener al menos un 62% de componentes nacionales y ahora, subió a un 75%”.
Agregó que el T-Mec también considera aspectos sobre medianas y pequeñas empresas, cuestiones transfronterizas y también, tiene un artículo muy importante al que no se la ha dado la difusión suficiente y es sobre los aspectos macroeconómicos.
“El artículo dice que las políticas macroeconómicas, por ejemplo, las políticas fiscales, las monetarias, deben ser revisadas conjuntamente y de acuerdo con las políticas del Fondo Monetario Internacional, y menciona, en específico, que el tipo de cambio no debe utilizarse como un instrumento para tener competencia desleal entre los países.
“El T-Mec es un acuerdo más complejo que tiene más reglas de las que tenía el TLCan, pero finalmente es el que está regulando la situación comercial de América del Norte y aquí, es importante resaltar, que regula una relación con Estados Unidos, país con el que tenemos un 86% del comercio”, detalló.
El investigador reiteró que el T-Mec centraliza la relación comercial con los Estados Unidos y, para cuando surge algún problema, se dirimen en los paneles de consulta. “De alguna manera el T-Mec ha sido una especie de salvaguarda a la economía mexicana para que, ahora en tiempos de pandemia, la economía norteamericana jale a la mexicana”.
Recordó que el tratado tiene una vigencia de 16 años y puede revisarse cada año si se presentan conflictos o si alguna de las partes presenta inconformidades, aunque hasta ahora no ha habido conflictos fuertes y las diferencias que se han presentado han sido solucionadas en los respectivos paneles de consulta.