La alma mater sonorense está en luto: hoy falleció, a los 65 años de edad, una gran docente y compañera: Rosalina Ceniceros Sánchez, de muy alta estima y reconocimiento por la comunidad universitaria.
Rosalina, nativa de Mexicali, Baja California, trascendió como encargada desde el año 2005 de la Unidad de Mediación Familiar y Comunitaria del Posgrado en Derecho de la Universidad de Sonora.
Jorge Pesqueira Leal, fundador del Posgrado y de la misma Unidad de Mediación, con mucha sensibilidad expresó cómo todos los universitarios le mostraron su admiración y respetos, porque durante los años que laboró en el área su entrega fue admirable, “haciéndolo a plenitud en proyectos de vinculación con la sociedad a partir del más emblemático espacio, como ha sido la Unidad que tuvo bajo su coordinación”, dijo.
Recordó que fue Rosalina quien le compartió la necesidad de crear un espacio de prácticas para los estudiantes de la especialidad en Derecho y Psicología de la Familia. “Pero, sobre todo, manifestó su preocupación por la realidad social y el drama que viven personas que no tienen acceso a la justicia por su condición económica”, dijo.
Fue así, indicó Pesqueira Leal, cómo no tuvo la menor duda en que una Unidad con las características mencionadas le daría a nuestra máxima casa de estudios un espacio para ocuparse de tantas personas atrapadas en conflictos familiares y diferencias en ocasiones críticas para la comunidad.
Señaló que a la comunidad universitaria le consta cómo es que la Unidad, bajo su dirección y responsabilidad, fue un ejemplo en la atención a habitantes de nuestra ciudad e, incluso, de otros lugares de la entidad, lo mismo en lo que se refiere a integrantes de nuestra casa de estudios.
“Rosalina fue ejemplo de entrega plena en las actividades que día a día se llevaban a cabo en la citada unidad, y antes de la tragedia que todos vivimos por la pandemia de la covid-19 fue una incansable promotora de la mediación como vía tangible para la pacificación de la sociedad mexicana”, sostuvo.
Asimismo, señaló que la contribución de ese espacio universitario en su vinculación con los centros penitenciarios del estado de Sonora ha sido muy significativa.
Rosalina, dijo, concibió estos espacios como pequeñas comunidades y se mantuvo, desde el año 2005 hasta antes de la aparición del coronavirus, muy al pendiente y participando en todas las acciones que se necesitaran dado su convencimiento de que los delincuentes cambian cuando aprenden a dialogar, a escuchar y desarrollan habilidades de las que no disponían cuando cometieron el delito.
“Imposible olvidar sus viajes como una mediadora más de la Unidad a lugares –tal fue el caso de Guaymas– donde facilitó la solución de conflictos comunitarios graves que pudieron convertirse en tragedia, pero que gracias a su magnífica formación y experiencia fueron desactivados”, mencionó Pesqueira Leal.
No cabe duda, expresó, que ella debe ser ejemplo para las presentes y futuras generaciones de personas comprometidas con la edificación de la paz social.
Asimismo, destacó que la mayor de las virtudes de Rosalina fue su entrega plena al servicio de sus semejantes, y claro, fue una extraordinaria mujer, y quienes tuvimos el privilegio de conocer jamás la olvidaremos.
Rosalina Ceniceros Sánchez estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y la Especialidad en Derecho y Psicología de la Familia en la Universidad de Sonora. Realizó la Maestría en Terapia Ericksoniana en el Centro Ericksoniano de México, A.C. Cursó los diplomados en Mediación Familiar, en Constelaciones Familiares y Ericksonianas, así como en Hipnosis. Realizó estudios de Psicoendocrinología, Eneagrama Básico y Avanzado, y tuvo entrenamiento en Inteligencia Emocional.
Laboró por espacio de 35 años en la Universidad de Sonora. Hace apenas unos meses que tramitó su jubilación y estaba en espera de su retiro.
Descanse en paz.