Las buenas prácticas en el proceso de producción de alimentos evitan su contaminación

Beatriz Espinoza

Las buenas prácticas agrícolas, de cosecha, de manufactura y de transporte nos pueden guiar para lograr que los alimentos lleguen sin contaminarse hasta nuestra mesa para consumirlos, consideró el investigador Daniel Ruiz Juárez.

Ruiz Juárez es académico del departamento de Producción Agrícola y Animal de la División de Ciencias Biológicas y de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, y compartió sus conocimientos en una entrevista realizada por José Luis Cárdenas en la reciente emisión del programa Alimentación: Problema de nuestro tiempo.

En su manejo de la calidad en inocuidad agroalimentaria, el profesor universitario desarrolla investigación en las líneas de sanidad vegetal, calidad e inocuidad agroalimentaria con base en la aplicación de las buenas prácticas agrícolas en la producción de frutas y hortalizas frescas, así como en el tema de los riesgos de contaminación biológica durante la producción primaria, cosecha, empaque y embalaje de productos vegetales.

“Los alimentos de origen agrícola constituyen una de las fuentes de alimentación más importantes para los seres humanos, pero en su producción, puede que lleguen a presentar algunos contaminantes de tipo físico, químico, biológico, cualquier contaminante que, en un momento dado, pueden causar serios problemas fuertes por contaminación de microorganismos pequeños que pueden estar presentes en agua, suelo contaminado y otros que pueden expresarse de alguna manera en esos alimentos que llevamos a nuestra mesa”, estableció.

En riesgo

Ruiz Juárez dijo que los alimentos, en su cadena de producción, suelen estar en riesgo de contaminarse si no se realizan las acciones, las prácticas adecuadas en su manejo inocuo y ello, representa también un riesgo para los niños menores de cinco años que se son la población más vulnerable, sin que los adultos mayores queden excluidos de esta situación.

Refirió el caso reciente de contagios y enfermos en 31 entidades de los Estados Unidos por consumo de melones contaminados y que fueron cultivados en México. “Esos son riesgos de contaminación en el proceso”, apuntó.

El académico e investigador comentó que esos riesgos están en la manipulación de los productos en las etapas de la producción agrícola desde la preparación del suelo, las labores de cultivo, el manejo de las plantas, la poda, la polinización, las prácticas de cosecha, el uso de maquinaria agrícola y de quienes, en algún momento tienen contacto directo durante las etapas de producción.

“Los que hemos trabajado en el campo estamos conscientes de que hay una gran cantidad de labores dependiendo el cultivo; unos son intensivos, de mucha participación humana con muchos pasos que son clave en los riesgos de contaminación, en la cosecha, en tránsito, empaque y demás”, señaló.

Se trata, dijo, de una importante labor de los ingenieros agrónomos para acompañar a los productores y revisar el lavado de cajas, la asepsia en la plataforma, el transporte, equipo de protección para los trabajadores, etcétera.

Precisó que se deben cumplir con ciertos requisitos, además de tener personal capacitado, que tengamos agua idónea que nos garantice que no vamos a generar contaminación; lavado de materiales, que no usen joyería en su cuerpo, que no mastiquen chicles, por ejemplo y que cumplan a cabalidad las normas de seguridad e higiene.

“Algo muy importante que nosotros debemos realizar es la prevención, debemos cuidar la forma preventiva”, señaló.