La presencia de migrantes centroamericanos en México, en la frontera norte de este país, será la primera gran prueba del nuevo gobierno en materia de política exterior, y deberá atenderlo y hacer partícipes de su solución a todos los implicados, expresó Leopoldo Santos Ramírez.
El investigador de El Colegio de Sonora fue invitado a participar en la edición de este viernes del programa radiofónico Economía y Sociedad, y dijo que debe apelar a la intervención de los gobiernos de Centroamérica, Estados Unidos, Canadá y hasta la misma Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El especialista en estudios de frontera expresó que para aminorar los efectos del grave problema en que se ha convertido la presencia de migrantes centroamericanos en México, habría que iniciar con reducir la represión hacia estas personas y regular el respeto a sus derechos humanos de manera eficiente.
Recordó que la migración, en este caso representado por las caravanas numerosas provenientes de los países de Centroamérica, son asuntos estructurales y no son recientes, pues en realidad es un efecto de muchos años de situación en guerra en esa zona geográfica.
“La migración está señalada porque el modelo del desarrollo capitalista, sobre todo en los países de Centroamérica, ha fallado en forma estrepitosa, pues si antes del neoliberalismo o la globalización teníamos una cierta integración económica en esos países, esto se perdió cuando la economía en enfocó hacia el exterior.
“Cuando todas las unidades de producción regionales se despedazaron y se hicieron trizas, y la integración quedó hacia afuera de esos países, hacia las potencias de Estados Unidos, Canadá y Europa”, explicó.
Leopoldo Santos dijo que la apertura indiscriminada del comercio exterior, el asunto de vender el patrimonio de la nación y de fomentar esta idea de descartar al estado del desarrollo, no regularlo y no cumplir como estado, es lo que tiene a estas naciones en esta situación.
“Recordemos que ellos –los migrantes- están transitando de un esquema de guerras y están dejando su posición de resistencia frente a las dictaduras que eran apoyadas por Estados Unidos; cuando eso terminó, los pueblos ya no tuvieron ese papel y se volvieron trabajadores sin territorio.
“Es decir, entraron grandes inversiones, llegó capital financiero y ellos comenzaron a migrar internamente: primero en Centroamérica y, como vemos, hacia el norte, como está sucediendo en la actualidad, que no es una situación nueva, sino que es un patrón que están siguiendo desde hace más de 20 años”, apuntó.
El especialista fue entrevistado por Vania Domínguez, Carmelita Rodríguez y Esteban Casas, conductores del programa producido por el Departamento de Economía de esta casa de estudios y que se transmite los viernes a las 9:00 horas por el 107.5 FM de Radio Universidad.