Frente a los desafíos sociales y medioambientales que tenemos actualmente, la Agenda 2030 es un recurso indispensable para un cambio real y alcanzar el desarrollo sostenible con una visión universal y transformadora.
Betzabé Ebenhezer López Corona, profesora investigadora de tiempo completo del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA), expresó lo anterior durante su reciente participación como panelista en el Conversatorio La Agenda 2030, el manejo de los recursos naturales y el papel de la biotecnología en el marco de la XXI Semana de Posgrado en Baja California Sur.
“Esta agenda presenta una oportunidad para los países de lograr un desarrollo equitativo, inclusivo y tangible en lo económico, social y ambiental con alcances para todos y no para una minoría”, estableció.
López Corona destacó que para lograr alcanzar los objetivos de la Agenda 20-30, es importante impulsar la formación de ciudadanos conscientes y comprometidos con el medio ambiente y el desarrollo sustentable, pero también, deben atenderse otras líneas específicas para la ciencia, y en especial, la biotecnología.
Entre las medidas más apremiantes, dijo, se necesitan mayores recursos para la ciencia, para la investigación, considerando que hay problemas esenciales como la alimentación y la pobreza que no parece disminuir en el mundo, luego de la pandemia por covid 19 y ahora la guerra de Rusia contra Ucrania, sumado a la situación económica difícil de los países, las afectaciones por el cambio climático, entre otros.
En este contexto, dijo que la biotecnología puede ser parte de la solución al problema de la hambruna en el mundo, así como en el uso de energías limpias, no contaminantes, que sin lugar a dudas mejoraría la calidad de vida de la mayoría de la población en el mundo.
“En el caso de la academia, añadió, la biotecnología tiene especial responsabilidad cumpliendo con una educación de calidad con maestros no sólo bien preparados, sino con vocación, dedicación, amabilidad, responsabilidad y empatía.
“La academia debe identificar la importancia de la transversalidad garantizando que se adquieran conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para alcanzar una vida personal plena y formar ciudadanos competentes y responsables con la sociedad y el medio ambiente”, advirtió.
En su participación, la académica universitaria compartió su experiencia y sus aportaciones conforme a los objetivos de la Agenda 20-30 y explicó cómo es que estudia los residuos de productos marinos, como el camarón, para que sea utilizado como biofertilizante, así como su trabajo con plantas halófitas buscando sus funciones medicinales y que puedan cultivarse utilizando riegos de agua salada o incluso, con aguas tratadas.
Explicó que, en específico la planta Salicornia que es la que estudia, ha sido utilizada desde hace muchos años con fines medicinales, en la obtención de aceites, como alimento en países como Francia e Inglaterra, y actualmente, también se usa como fuente para la obtención de biocombustibles.
En el conversatorio, la académica Betzabé Ebenhezer López Corona, participó junto a Martín Ramón Aluja Schuneman Hofer, del Instituto de Ecología (Inecol); Jorge Iván Cáceres Puig de Maris Consultoría Integral, y Alejandra Prieto Davo de la unidad Sisal-UNAM, siendo coordinados por Ana G. Reyes Alvarado del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor).