Paula Trespalacios Argain
Sobre el dibujo a mano habló el académico Fernando Saldaña Córdova en su conferencia en la XXVIII Semana de Arquitectura y Diseño Gráfico “Echo”.
En el primer día de actividades, el 4 de noviembre, en el Teatro Emiliana de Zubeldía, dijo querer compartir más allá de su vida profesional, por lo que se enfocó en el dibujo a mano, una práctica que, dijo, se comienza a perder.
“No se trata de pintar la vida, sino de hacer viva la pintura, por lo menos la arquitectura. Tengo 42 años tratando de ejercitar esto donde hago la invitación a los alumnos para que sean más ligeros y puedan entender ese proceso, es necesario, sin ese proceso no podemos lograr tanto como quisiéramos”, expresó.
Una manera de expresión
Después de citar a diferentes artistas y de mencionar cómo se forjó con base en experiencias y practicar ejercicios, habló del dibujo infantil, de garabatos y bocetos que permiten trabajar con el lado derecho del cerebro, que es el lado creativo.
“El dibujo es como una manera de expresión, los niños comienzan a hacer círculos no empiezan a dibujar, hacen formas; entonces los bocetos nos permiten trabajar con el lado derecho del cerebro, que es el lado creativo, depende que hay allí, son ideas, simplemente ideas abstractas·, compartió.
Le reiteró al público asistente que el dibujo infantil es una medida de expresión que el alumno necesita aprender a jugar, trabajar y echar a perder.
“El boceto es una herramienta extraordinaria para mí en el ejercicio, en la vida profesional me ha servido para corregir muchísimos problemas, entonces podemos ver crecimiento creativo”, agregó.
Impulso de la creatividad perdida
“Necesitamos despegarnos del lado vicioso del cerebro, dibujar con la mano izquierda permite soltarnos del lado que más juzga”, aseguró Saldaña Córdova.
Se preguntó qué se hace para poder crear, qué hacer para permitir ese impulso, para lo que dijo se necesitan despegar del lado vicioso del cerebro y para eso hay ejercicios muy simples.
“Cuando yo veo que estoy obstaculizado necesito recurrir al cuerpo y entonces puedo dibujar con la mano izquierda, van a salir cosas horrorosas pero ese ejercicio permite soltarnos del lado que más juzga”, compartió.