Luis Mendoza
Para aplicar estrategias terapéuticas que ayuden a la expresión emocional de niños y adolescentes, y favorecer su capacidad de resiliencia ante situaciones extraordinarias, los psicoterapeutas Karina Esther Martínez Mellado y Martín Francisco Villegas Ibarra participaron en la Jornada Psicoemocional de Búsqueda de Bienestar. Tejiendo redes de resiliencia, a través del taller Forjadores del cambio: estrategias para favorecer la expresión emocional y la resiliencia en niños y adolescentes.
La actividad incluyó una serie de actividades, dinámicas y ejercicios donde se enfatizó la importancia de aprender a identificar y expresar nuestras emociones desde la infancia para utilizarlas en nuestro beneficio, manejándolas de una manera adecuada.
Los instructores recordaron que la familia es un elemento importante que contribuye a que el niño pueda hacer vínculos estables y contenedores, que pueda relucir su malestar emocional y que, a su vez, permite que el niño vaya formando una imagen de sí mismo y del mundo que lo rodea.
“Esto se va fortaleciendo con ayuda de los profesionales a medida que el niño se va escolarizando; así, en la edad adulta nuestros hijos serán conscientes de sus emociones y por lo tanto podrán solucionar conflictos y enfrentarse a situaciones difíciles”.
Destacaron que la situación actual de la pandemia nos presentó un panorama sobre la importancia de qué es la salud mental y que el encierro ha generado algunos trastornos que también afectan a la población infantil, quienes aún no conocen sus emociones y no saben cómo expresarlas.
Como parte de las dinámicas del taller, se definieron algunos conceptos como emoción y sentimiento. Las emociones debemos entenderlas como algo transitorio no permanente que nos saca de nuestro estado habitual, mientras que los sentimientos suelen durar más tiempo que las emociones, estos últimos durarán el tiempo que pensamos en ellos, dijeron.
La emoción es algo físico que lo puede provocar algo externo, es temporal al durar solamente un instante, son más intensas que los sentimientos. Por otro lado, los sentimientos son algo mental, es por experiencias de momentos internos, es duradero y son resultado de la emoción.
Mencionaron que las emociones primarias son alegría, tristeza, ira, miedo y desagrado, y expusieron ampliamente el cómo afectan si no sabemos expresarlas, pues las emociones son normales, nos dan energía y nos ayudan a algunas cosas como reaccionar ante el peligro, defendernos y estar alerta. Además, cada emoción tiene su función, propósito y una respuesta saludable.
En el taller también se abordó la evolución de las emociones, desde la niñez hasta la adolescencia; etapas de nacimiento, primera infancia, periodo preescolar, periodo escolar y preadolescencia. Ambos instructores compartieron una serie de experiencias profesionales y dinámicas, donde expusieron sobre las influencias, modos y formas de expresión de las emociones.
Tras socializar con los asistentes sobre la importancia de expresar las emociones, se enfatizó sobre el tema de la resiliencia, entendida ésta, como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas (en la medida de lo posible) y ser transformadas.
“La adversidad es una situación muchas veces inesperada de diferente nivel de gravedad e impacto, compleja y multifactorial, difícil de enfrentar, que se puede presentar en diferentes ámbitos de nuestra vida”, concluyeron.
La Jornada Psicoemocional de Búsqueda de Bienestar. Tejiendo redes de resiliencia, que se desarrolló en días pasados, fue organizada por el Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Sonora, en coordinación con el Centro de Atención Telefónica de Intervención en Crisis (Catic-Unison), la Red Sonora de Apoyo Psicosocial en crisis y la Fundación Dar más por Sonora.