Beatriz Espinoza//
Investigadores de la Universidad de sonora trabajan en la búsqueda de alternativas al control químico para el manejo integrado de plagas durante el almacenamiento de granos y leguminosas, informó Rey David Iturralde García, esperando encontrar productos y medidas que sustituyan a los químicos, los fumigantes, los insecticidas porque son dañinos para la salud de quienes los manejan y para el consumidor final.
El docente e investigador del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA), habló de la importancia de la conservación de los granos en almacenamiento, pues las condiciones en que deben permanecer son idóneos para tener insectos como huéspedes.
“El grano se encuentra vivo, hay que salvaguardarlo para que esté totalmente sano y esto se logra teniendo las temperaturas y la humedad aceptables; lamentablemente, estas condiciones de almacenamiento son adecuados también para la proliferación de insectos que tienen la capacidad para desarrollarse, reproducirse y diseminarse”, explicó.
Reiteró que el cuidado de los granos en el estado de almacenamiento es de suma importancia porque de ello depende la calidad que se presente en la comercialización, sobre todo en la exportación, pues hay países que sólo admiten con nula presencia de organismos o microorganismos.
Dijo que en el caso de México y Estados Unidos hay cierta tolerancia a la presencia de insectos en los granos, tienen un límite aceptable; sin embargo, si la presencia de este factor en el producto no satisface los límites establecidos, el producto se rechaza. “El problema es cuando los productores deciden exportar a países como la Unión Europea, Australia, Canadá que tienen tolerancia cero”.
Iturralde García dijo que esta situación ha generado preocupación entre los productores locales y están invirtiendo más en todos los protocolos para evitar la presencia de insectos y ello está elevando sus costos e inversiones para la protección y ofrecer sus productos inocuos, sin residuos químicos, ni presencia de microorganismos, baterías, hongos y demás.
Es por ello, dijo, que en el laboratorio del DIPA, en la Universidad de Sonora, se buscan alternativas que sustituyan a los químicos, los fumigantes, los insecticidas porque son dañinos para la salud para quienes manejan estas sustancias y para el consumidor final.
“Algunos de estos productos químicos han sido retirados del mercado porque afectan al medio ambiente”, señaló al recordar el Protocolo de Montreal, de los más famosos, por iniciar el retiro de un fumigante muy exitoso que no fallaba a la hora de controlar las plagas.
Añadió que a raíz de estas iniciativas se han ido desarrollando diferentes alternativas y una de las de mayor éxito ha sido la de tratamiento térmico, mientras que otra de las que ha ido creciendo su aceptación ha sido el del Co2 que produce asfixia al insecto y se muere.
“Otra alternativa ha sido el control biológico utilizando a los enemigos naturales del insecto, de la plaga, y son tan efectivos que al momento de que se acaba, los demás mueren porque su alimentación se termina”, señaló al comentar que una opción más ha sido la aplicación de aceites esenciales, extractos de plantas muy aromáticas que, para unos insectos son tóxicos y mueren y para otros es un repelente natural y huyen.
Explicó que otra alternativa es el uso de polvo de tierras atomeas que provoca la desecación del insecto y muere deshidratado y otra, es la aplicación de feromonas que se librean y provocan la confusión sexual de los insectos que se pierden dentro del sistema del almacenaje y nunca encuentran a las hembras y terminan por dispersarse.
Es en este contexto, añadió, en el trabajan los investigadores de la Unison en la experimentación con nanopartículas de óxido de platino, óxido de aluminio, óxido de plata, tierras de atomeas, que se pegan a la piel del insecto y producen su muerte por desecación y se pueden combinar entre sí.
“Pertenezco a la Academia de Biología y Bioquímica y estoy dentro del Cuerpo Académico de Biotecnología Química Agrícola y Manejo Poscosecha y le estoy dando continuidad al tema de las alternativas de control de atmósferas modificadas y el uso de control biológico, y estudiamos el uso de nanopartículas, solas o combinadas de aceites esenciales para combatir las plagas de una manera fácil, económica y exitosa”, explicó.
Iturralde García dijo encontrarse a la espera de la aprobación de un proyecto, a la vez que busca hacerse de más equipos y materiales para iniciarlo. “Me estoy adelantando, ya tengo el proyecto, el plan de trabajo, metodologías desarrolladas.
“Estamos a la espera de la llegada de algunas trampas para poder experimentar con algunos enemigos naturales de insectos-plaga propias de la región y adaptarlos a las necesidades propias de los almacenajes de aquí y después de los estudios de laboratorio hay que aplicarlos en condiciones reales ton humedad y temperatura variable”, asentó