Paula Trespalacios Argain//
La mordedura de garrapata provoca en Sonora el registro de hasta 100 casos al año de rickettssia rickettssi o también llamada fiebre manchada, la mortalidad de este padecimiento oscila entre el 20 al 40 por ciento; de ahí la importancia de reforzar medidas de prevención y concientización entre la población sobre el contagio de dicha enfermedad.
Aunado a lo anterior y con el objetivo de encontrar maneras de identificar a los más vulnerables, investigadores de la Universidad de Sonora y del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), realizan conjuntamente el proyecto: Validación de arginina cinasa recombinante de rhipicephalus sanguíneos como marcador de exposición a la garrapata en una población vulnerable al noroeste de México.
Al respecto, las estudiantes de posgrado Julia Munguía Nolan y Carolina Gómez Yanes comentaron que el grupo de trabajo en el que participan detectó una proteína de la garrapata que podría ser utilizada biomarcador de exposición, es decir, que al encontrarla en los anticuerpos del ser humano se podría definir quiénes han estado expuestos y analizar la prevalencia de mordedura de garrapata en las diferentes poblaciones.
De esta manera también sería posible detectar zonas vulnerables donde se requiere un mejor control de las enfermedades causadas por la garrapata; para ello, el proyecto de investigación mencionado será un estudio transversal en el que se recabarán datos epidemiológicos y sociodemográficos en comunidades rurales.
Carolina Gómez Yanes, estudiante del Doctorado en Ciencias en Ciad, comentó que la garrapata café es el parásito por excelencia del perro, “también se puede encontrar en otros mamíferos como son gatos, roedores, ganado y hasta en las personas; sin embargo, esta garrapata ha desarrollado mecanismos para evitar que el perro pueda deshacerse de ella fácilmente, el perro no produce inmunidad, por eso, a diferencia de otros animales es que se infestan con cientos de garrapatas”.
Por su parte, Julia Estrella Munguía Nolan, estudiante del Doctorado en Ciencias en la Universidad de Sonora, indicó que hay varias enfermedades que puede transmitir la garrapata, como la fiebre manchada por rickettsia rickettsii, anaplasmosis, ehrliquiosis y babesiosis; entre la sintomatología que mencionó se puede presentar se encuentran: fiebre elevada, malestar general, dolor de cabeza, escalofríos, debilidad, vómito, sudoración excesiva y exantema o mejor conocido como sarpullido.
De ahí que “uno de los objetivos que nosotros queremos alcanzar con este proyecto es básicamente concientizar a la población, a las comunidades, sobre todo aquellas que son más vulnerables ante el peligro potencial que es esta garrapata, porque básicamente es nula la protección de este riesgo ante la picadura, para eso el acercamiento que tendremos, para transmitir este mensaje”, comentó.
En una siguiente etapa de su investigación planean visitar comunidades rurales, pues situaciones como el rezago social, marginación, hacinamiento, poca higiene y habitar con perros, son factores de riesgo que aumentan la probabilidad de ser afectados por la garrapata, mencionó Carolina Gómez Yanes.
Ambas tesistas añadieron que el ciclo de vida esta garrapata consiste en tres estadios, después de la inclusión del huevo, son: larva, ninfa y adulto. El 90 por ciento de la vida de la garrapata es como hospedero, de ahí que es posible encontrarlas en jardines, casas con poca higiene, lugares húmedos y en el campo; y se alimenta de la sangre del hospedero.
Los últimos datos oficiales en Sonora muestran que a abril del 2021 se han reportado ocho casos con tres defunciones, mientras que, en 2020, 70 casos con diez defunciones, cifra similar al año 2019 cuando ocurrieron 71 casos; sin embargo, la sintomatología puede ser similar al covid, lo que genera confusiones en el diagnóstico, por lo que estiman que entre 2020 y 2021 se deben haber presentado más casos.
Las personas que están en más riesgo del parásito de la garrapata son los agrónomos, ganaderos o quienes realizan actividades recreativas como el senderismo y cacería, por lo que se deben tomar medidas preventivas como utilizar ropa manga larga y de color claro, pantalón largo, zapato cerrado, -botas de preferencia-, uso de repelente, mantener la limpieza y fumigación de los hogares, y desparasitar a los perros, mencionó Munguía Nolan.
Si bien los perros son los mamíferos que más se pueden infestar con garrapatas, no son los villanos, y un cuidado preventivo puede evitar que se conviertan en hospedadores de estos parásitos, comentaron las jóvenes investigadoras.
“Las garrapatas pueden adherirse a cualquier parte del perro, pero si tienen preferencias por ciertas áreas. Cada vez que nosotros salgamos de paseo con nuestros perros, hay que cepillarlos y revisar cada sitio, sobre todo los pliegues de los perros, a las garrapatas les gusta situarse detrás de las orejas y dentro de las orejas, en especial cuando son perros de orejas largas, también les gusta habitar entre los dedos de los pies, y en las axilas” puntualizó Carolina Gómez.
En este es liderado por los docentes investigadores Rogerio Rafael Sotelo Mundo, del CIAD; y por Ramón Enrique Robles Zepeda, adscrito al Departamento de Ciencias Químico Biológicas de la Universidad de Sonora.