A pesar del antagonismo entre el Estado y la Iglesia Católica en las décadas de los años 30 y 40, lo relevante fue que hubo similitudes significativas para definir la maternidad moderna, además de ver a la educación como la clave para la difusión del método científico y la formación de futuras generaciones saludables de niños, lo que ayudaría al mejor desarrollo económico y social de México, afirmó Nichole Sanders, profesora de la Universidad de Lynchburg, en Virginia Estados Unidos.
La especialista en historia de Latinoamérica con énfasis en estudios feministas por la Universidad de California, reconoció que lo interesante fue saber que se dieron muchas más similitudes que diferencias entre aquellos programas de gobierno y la Iglesia sobre la maternidad y que al examinarlas a través del enfoque de género –mediante la historiografía–, podemos ver como se influyeron mutuamente.
“Compartieron la creencia en la centralidad de la maternidad para la construcción de la familia mexicana moderna, viéndola como pilar de la sociedad para la prosperidad de México, creyendo firmemente en el matrimonio como forma de proteger a los niños”, expresó en su conferencia La maternidad en México: entre la ciencia y el ángel del hogar.
Asimismo, dijo que sostuvieron que la madre era la figura más importante en la vida del niño, además de abogar por la obligación de que los padres tenían que asumir la responsabilidad de mantener a su familia. También consideraron, añadió, que los hombres tenían papel clave a desempeñar en la familia y veían a la educación como una forma de enseñar a las mujeres a ser mejores madres.
Su investigación la expuso el pasado viernes por la tarde en una conferencia virtual organizada por esta casa de estudios en conjunto con la Red Iberoamericana de Historiadoras. Lo anterior en el marco del programa de actividades organizado por el Departamento de Historia y Antropología en ocasión del Día Internacional de la Mujer, actividad que incluyó una presentación de libro, dos conferencias y la proyección de una película relativa a la temática.
Referencia histórica
En la presentación de su conferencia, Nichole Sanders dijo que la idea de maternidad durante mucho tiempo fue centralizada y visualizaba a las mujeres como ángeles guardianes de los hogares, lo cual definió en gran medida su deber ser durante un largo periodo de tiempo.
Recordó que después de la Revolución Mexicana los discursos sobre la maternidad científica permitieron al estado lanzar un proyecto nacional que buscaba elevar e incorporar a los pobres –y la nueva clase media—dentro del régimen postrevolucionario.
Advirtió cómo profesionales, fuesen médicos, enfermeras, psicólogos, sociólogos, o trabajadores sociales, coincidieron en la importancia de maternidad científica, comparándola con las ideas católicas de la clase media sobre la maternidad.
“A pesar del antagonismo entre la Iglesia Católica y el Estado de aquella época, hubo similitudes significativas para definir la maternidad”, reiteró en su charla bajo la moderación de Elizabeth Cejudo Ramos, académica del Departamento de Historia y Antropología.
“En aquel periodo todas las clases sociales se tenían que moldear según la imagen promovida por el gobierno, especialmente dirigida a las mujeres, que tenían la tarea de convertirse en el “ángel guardián del hogar”, comentó.
Este énfasis sobre el papel de las mujeres en la reforma moral, dijo, instauró un culto a la domesticidad femenina en el que ellas tenían la tarea más importante, la de crear un “hogar blanco”.
Capacitar a las madres
Nichole Sanders indicó que en aquella época las industrias mexicanas necesitaban trabajadores vigorosos y saludables, por lo que las madres tenían que ser capacitadas para crear y formar a sus hijos de manera apropiada.
La idea, señaló, era promover una maternidad responsable que incluso evitara vicios y enfermedades para no transmitirla a sus hijos. “Se subrayaba la importancia de las madres y sus hijos en el proceso de modernización y transformación histórica de una visión tradicional patriótica, porque estaba en juego construir ciudadanos modernos”, expresó.
De esa forma, planteó, de alguna manera le otorgaron el papel vital en la construcción de los estados nacionales modernos.
Análisis de discursos
Hizo referencia a que en 1935 la Ciudad de México fue sede del VII Congreso Panamericano del Niño, donde se observa, en los análisis de los discursos, como se le dio importancia a la maternidad científica en su proyecto nacional, viendo a la madre como la clave para la generación de una generación saludable de niños.
“Entrenar a las madres pobres para crear a sus hijos con técnicas modernas se convirtió en el objetivo principal, por lo que había que enseñarles también a evitar vicios y así dar a luz niños sanos, por lo que necesitaban que se les enseñara como ser madres modernas y civilizadas”, dijo.
Las madres, puntualizó, tenían que ser entrenadas para realizar su papel social, enseñándoles con el conocimiento científico adecuado para criar a sus hijos pensando en la salud del país.
Incluso, añadió, los legisladores abogaban por la capacitación en ese tema en escuelas secundarias y centros maternos infantiles, en donde también las madres podrían tomar clases –y recibir atención médica—y ser alentadas a crear hogares limpios e higiénicos para asegurar que recibieran la formación moderna y adecuada.
La conferencista invitada tiene Maestría y Licenciatura en Historia por la Texas State University San Marcos y la Universidad de Texas, Austin, respectivamente.
Ha publicado los libros Género y bienestar en México: la consolidación de un estado posrevolucionario 1937-1958, Penn State University; “Sobre la historia de la sexualidad en la Ciudad de México moderna” , coeditado con Gabriela Cano, Anne Rubenstein y Pamela Fuentes, edición especial Mexican Studies/Estudios Mexicanos; Maternalismo reconsiderado: Maternidad, bienestar y política social en el Siglo XX , co-editor, con Rebecca Plant, Lori Weintrob y Marian Van der Klein; Libros Berghahn, entre otros trabajos y artículos revisados por pares.