Con 177 jóvenes, estudiantes de diversas preparatorias de todo el país, inició esta mañana la jornada de actividades de evaluación y selección de quienes serán los ganadores de la XXVIII Olimpiada Nacional de Biología, de la cual la Universidad de Sonora es sede.
El rector Enrique Fernando Velázquez Contreras fue el encargado de dar la bienvenida a los participantes y a sus asesores, expresando gran satisfacción por haber sido elegidos para la realización de este evento, que responde al notable desempeño de la delegación estatal en los últimos años.
“Hoy están reunidos en este recinto alrededor de 180 estudiantes provenientes de diversas entidades del país previamente seleccionados durante la etapa estatal o regional correspondiente, y quienes logren superar las dos etapas de esta Olimpiada Nacional y se erijan como ganadores de las 15 preseas de oro que habrán de entregarse al final de la competencia, conformarán la preselección nacional de la cual se seleccionarán a los ocho mejores concursantes que tendrán el honor de representar a nuestro país en la Olimpiada Internacional y la Olimpiada Iberoamericana, que se realizarán en 2019”, expresó.
Felicitó a los docentes Mario Hiram Uriarte Montoya y Luis Fernando Enríquez, quienes han impulsado con gran compromiso las actividades de estas competencias en todas las etapas de selección para elegir a los mejores.
“Lo más valioso es poder promover y despertar en los jóvenes ese interés por la cultura científica, en este caso particular por las ciencias biológicas”, añadió al hacer un reconocimiento público del Colegio de Bachilleres del Estado de Sonora (Cobach) por ser de esta institución la mayoría de los representantes en esta justa académica.
Por su parte, la coordinadora de la Olimpiada Nacional de Biología, María Cristina Revilla Monsalvo, resaltó la importancia del evento no sólo por la convivencia y la competencia en el área de la Biología, sino también por la oportunidad que tienen los participantes de conocer otras ciudades, culturas y hacer amigos.
Habló un poco de la historia de las Olimpiadas Nacionales de Biología, que iniciaron en el año de 1991, cuando las autoridades detectaron una baja alarmante en la matrícula de las carreras científicas, lo que propició buscar a los mejores especialistas y docentes para trabajar en la identificación de los estudiantes más destacados para apoyarlos y que fueran los futuros científicos del país.
“Fue así como la Academia Mexicana de Ciencias convocó a distinguidos biólogos del país que estaban a cargo de la carrera de biología en las diferentes universidades, y todos ellos, en forma decidida, apoyaron esta empresa, que era la olimpiada”, comentó.
Desde entonces, dijo, se han logrado los objetivos iniciales y otros, que, aunque no fueron los originales, tienen gran importancia. “En todas las olimpiadas nos hemos comprometido a contribuir en la formación científica, académica y cultural de los jóvenes participantes”.
En ese sentido, añadió que México inicio su participación en la Olimpiada Internacional en el año de 1999, y al momento se han obtenido una medalla de oro, tres de plata, 23 medallas de bronce y dos menciones honorificas, mientras que en la Olimpiada Iberoamericana, que inició en 2007, nuestro país ha logrado ya ocho medallas de oro, 23 de plata, 24 de bronce y una mención honorifica.
En este contexto, habló José Santiago Jara Sarracino, representante de México en la pasada XXVIII Olimpiada Internacional de Biología y ganador de una medalla, y dijo a los competidores que no se sientan menos ni se desanimen por más difícil que vean la situación y las circunstancias.
“En algún momento de la competencia yo me sentí desanimado”, expresó para comentar con gran orgullo que sabía que siempre podría lograr más porque estaba seguro de sus conocimientos y de su preparación.
La inauguración estuvo a cargo del subsecretario de Educación Media Superior y Superior del Estado de Sonora, Onésimo Mariscales Delgadillo, quien también invitó a los jóvenes a dar lo mejor de sí en esta competencia y a disfrutar de su estancia en la entidad.