Hablan a jubilados de la importancia de saber manejar las emociones

 Beatriz Angélica Espinoza/

Las emociones tienen una asociación directa con el funcionamiento de nuestro cuerpo, y para no tener ningún tipo de efecto es importante saber reconocerlas, pero también saber cómo controlarlas, indicó el psicólogo Jesús Ernesto Valenzuela Medina.

El docente del Departamento de Psicología y Ciencias de la Comunicación de esta casa de estudios brindó una charla a integrantes de la Asociación de Pensionados y Jubilados de la Universidad de Sonora, y les dijo que nunca es tarde para aprender cómo hacerlo.

En su conferencia Bienestar emocional en el adulto mayor, Valenzuela Medina expuso que se ha demostrado que las emociones originan y hasta provocan el agravamiento de ciertas enfermedades y trastornos a la salud, como son diversas afecciones cardiovasculares, problemas gastrointestinales e, incluso, dermatológicos, entre otros.

“La investigación, desde hace 30, 40 años o más, ha descubierto que el cuerpo tiene cierto tipo de reacciones que se llaman emociones, y éstas, que conocemos como tristeza, ira, culpa, ansiedad, entre otras, tienen un efecto directo sobre la salud de todos nosotros, y más en el adulto mayor”, comentó.

Por ello, dijo, es importante saber cómo regular esos estados emocionales negativos que muchas veces se manejan inadecuadamente. “Estas situaciones se incrementan con la edad adulta, con la probabilidad de más pérdidas en lo económico, en su independencia, de personas, de bienes, que son motivos de tristeza que pueden desembocar en estados depresivos”.

Estas situaciones, explicó, si son mal manejadas afectan directamente a la salud, y como ejemplo citó el momento cuando alguien siente ira o coraje por algo o por alguien y no lo puede manejar puede transformarse en un patrón de conducta, pues no se trata sólo de contener la emoción o de tratar que “no se note”.

Además, dijo, los adultos mayores por naturaleza pierden su capacidad de volver a un estado de equilibrio emocional con la misma rapidez que un adulto o un adolescente, y esta es la única posibilidad de que esas emociones no afecten al funcionamiento del organismo.

“Es por eso que la gente en general, no sólo los adultos mayores, deben aprender formas de cómo regular esos estados emocionales negativos, que no son otra cosa que las formas naturales que tiene el cuerpo humano para reaccionar ante los estímulos del entorno”, expresó.