La tragedia de la Guardería ABC, que provocó la muerte de 49 niños y niñas, ha marcado un parteaguas en la historia y en la aplicación de las normas sobre protección civil, consideran integrantes de la comunidad universitaria al conmemorarse el décimo aniversario luctuoso de este lamentable hecho.
David Fontes Domínguez, coordinador de Seguridad Universitaria, señaló que después del 2009 el tema de protección civil se vio reforzado en todos los ámbitos de la sociedad con el objetivo de evitar un acontecimiento tan devastador como lo ocurrido en la colonia Y Griega, de Hermosillo, Sonora, el 5 de junio del 2009.
Comentó que por parte de la Universidad de Sonora, desde el 2010 se comenzó a trabajar en un programa corporativo que enmarcaba la protección civil como una línea importante dentro del Plan de Desarrollo Institucional (PDI) y hasta la fecha el resultado ha sido favorable, ya que la mayoría de los departamentos académicos, en las tres Unidades Regionales, cuentan con un plan de protección civil interno.
“Se ha capacitado a trabajadores y estudiantes en esta área, y tiempo después surgió la Semana de Protección Civil, espacio que ofrece capacitación y orientación sobre las nuevas normas que se crean a nivel nacional y estatal. Además, creemos que la población universitaria está preparada para una contingencia”, afirmó.
Fontes Domínguez resaltó un avance importante en la sensibilización sobre la autoprotección entre la comunidad universitaria, así como trabajos de adiestramiento a personal que trabaja en laboratorios y sus alrededores a través de simulacros de incendios y sismos para tener una retroalimentación de un posible siniestro.
“La capacitación está enfocada en primeros auxilios, prevención y combate de incendios, búsqueda y rescate, control de tránsito; también se ha invertido en la señalización, se ha trabajado en la liberación de las vías de evacuación y que las escaleras tengan antiderrapante”, dijo.
La capacitación permanente es importante en el CDI para prevenir siniestros
Por otra parte, María Victoria Hernández Trujillo, directora del Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de la Universidad de Sonora, también manifestó que después del incendio de la Guardería ABC, ha existido un cambio radical en la exigencia para cumplir con la normatividad a nivel estado sobre el programa de seguridad que deben cumplir las estancias infantiles para salvaguardar la integridad de los infantes.
En el caso del CDI de la alma mater, reiteró que es uno de los pocos centros educativos que cumple con todos los protocolos establecidos en las normas de seguridad, y esto es fruto del compromiso de Rectoría, Secretaría General Administrativa, Recursos Humanos y padres de familia, que han trabajado de manera coordinada para brindar instalaciones seguras y un servicio de primera a los más de 230 niños y niñas.
“Nos capacitamos cada año en primeros auxilios, todo el personal es brigadista multifuncional, hemos mejorado en infraestructura, no hay estufas de gas, tenemos bardas perimetrales reforzadas, los vidrios son antiestallantes, todas estas acciones son para tener un lugar seguro para nuestros niños”, explicó.
Mencionó que en total son alrededor de 80 personas las que están a cargo del cuidado de los menores; entre ellos, un médico, administrador, coordinadora de pedagogía inicial y preescolar, trabajadora social, psicóloga, nutriólogo, educadoras, asistentes educativas, personal de cocina y personal de limpieza.
Difundir más información sobre cómo prevenir actos lamentables
Una parte fundamental en materia de protección civil es el tema de infraestructura, donde poco a poco se han visto registro favorable, reveló Francisca Monge Amaya, académica del Departamento de Ingeniería Civil y Minas de la Universidad.
“En la Unison se imparten cursos y hay asignaturas especializadas sobre estas cuestiones de seguridad y la importancia en los edificios para evitar accidentes, como el de la Guardería ABC”, apuntó.
Subrayó que el término de protección civil es un conjunto de personas representativas de una comunidad que desarrollan y ejecutan actividades de protección civil o defensa civil en un determinado lugar, orientando las acciones a proteger la integridad física de la población y su patrimonio, ante los efectos de los fenómenos naturales o tecnológicos que generan desastres.
“El impacto de la cultura de seguridad va más enfocado a la conciencia de las personas para evitar acciones que puedan provocar un accidente; sí hemos visto avance en materia de protección civil, pero debemos de seguir trabajando para que más sectores de la sociedad tengan acceso a la información de cómo prevenir actos lamentables”, reiteró.