Beatriz Espinoza//
¿Por qué es importante conocer lo que nos depara del 2025 al 2030?, se preguntó Liza Durón Plata al comenzar las conferencias de expertos en el XV Congreso de ConVisión Empresarial y respondió que es necesario conectar con el futuro, luego de encontrarnos en un periodo de cambios, de alta incertidumbre, que nos ha sacudido la vida.
“Conectar con el futuro nos permite anticiparnos, tener como una carta bajo la manga, reducir la incertidumbre y ayudar a definir problemas complejos, nuestros problemas, para solventarlos en base a diferentes escenarios”, expresó.
Liza Durón Plata es consultora especializada en investigación y análisis de tendencias, innovación, prospectiva estratégica y análisis de futuros, y participó en el evento con el tema de ‘Inteligencia social: ¿cuál es el futuro del trabajo en 2025?’
Explicó que los escenarios del futuro están sustentados en metodologías ágiles, basadas en la probabilidad, estadística y algoritmos sociales. “Un escenario del futuro nos ayuda a tener diferentes opciones y probabilidades y se puede hacer esto en lo que corresponde a lo personal y en lo social”, agregó.
“A mí me gusta mucho tener mis ideas cuantificadas y a la hora de verlo en lo profesional, tener varios escenarios que en realidad son ideas, ideas creativas que me van a ayudar a reflexionar para disentir y llegar a soluciones para tener un nuevo concepto”, expresó.
Durón Plata dijo que, justo en este momento, se piensa que todo va a volver a la normalidad una vez que nos vacunemos todos, que las empresas grandes implementarán trabajo remoto, que la economía sufrirá un poco. “Las medidas de solución están en la inteligencia artificial y el internet de las cosas que son las que ayudarán a la evolución”.
Precisó que actualmente existe un miedo a lo desconocido y sobre todo a algunos aspectos que dicen, afectará al trabajo pensando en que el robot suplantará a las personas, pero en realidad, eso tomará mucho más tiempo, pues para los procesos se requiere de las habilidades blandas del ser humano que están en la inteligencia social, la inteligencia emocional y la competencia intercultural.
“Las herramientas blandas en lo profesional no se han estado implementado y es tiempo que se empiece a hacer”, advirtió al señalar que se trata de la autopromoción, el uso de la pantalla, pues nadie va a ver su propio crecimiento.
Esto, sumado a que la esperanza de vida va en aumento y nos invita a adecuar y mejorar nuestras fuerzas y estrategias de retiro; el lenguaje y conocimientos en el mundo computacional que implica el aprendizaje de idiomas digitales como expresiones sociales y del internet.
Otros factores son los ecosistemas de los medios, considerando que los nuevos medios están imponiendo nuevas demandas de atención y cognición, y lo que no puede reemplazarse que es el sentido común, que a veces no es tan común, como el talento.
“En la medida que las máquinas inteligentes se hacen cargo de las acciones de rutina, que fabrican una rutina en empleos y servicios, habrá una demanda creciente de tipos de habilidades en las que las máquinas no son buenas. Estas son habilidades de pensamiento de niveles superiores que no se pueden codificar”, asentó.
La especialista añadió que el futuro del trabajo depende mucho de lo que aprendamos, de las herramientas blandas. “Es como estar pensando y despensando de lo que nos va a pasar en el futuro”, apuntó.