Christian Ruiz

En la Universidad de Sonora, los estudiantes se suman a la dualidad de las tradiciones que fusionan las tradiciones de Halloween y el Día de Muertos. Este jueves, en los pasillos del campus, el ambiente es colorido: algunos jóvenes lucen disfraces de terror, mientras otros optan por los maquillajes de Catrina y Catrín, honrando la tradición mexicana.

La diversidad de actividades organizadas por los estudiantes destaca la mezcla cultural. Mientras unos levantan altares en honor a sus seres queridos, otros no pierden la oportunidad de llevar máscaras o disfraces de personajes comunes para estas fechas. La Universidad se convierte en un espacio de convivencia donde ambas festividades coexisten en armonía y reflejan el respeto y aprecio por las tradiciones extranjeras y locales.

Los altares, adornados con cempasúchil y ofrendas, ofrecen un toque solemne que complementa el ambiente de fiesta y miedo que aporta Halloween. En una muestra de respeto y creatividad, los estudiantes reflejan cómo, año con año, estas celebraciones se entrelazan para formar una experiencia única en la Unison.