Denice López Martínez//
Durante la pandemia por Covid-19, el servicio social se ha transformado para seguir apoyando a la comunidad vulnerable, reforzando el lado humano de esta obligatoriedad académica, coincidieron catedráticos de Cuba, México, Guatemala y El Salvador, reunidos en el XVII Foro Regional y II Internacional de Experiencias y Proyectos de Servicio Social Universitario del campus Caborca de la Universidad de Sonora.
Así quedó de manifiesto durante la mesa de reflexión Estrategias del Servicio Social Comunitario Universitario frente a la pandemia covid-19, en la que participaron Mirna Regina Valiente, de la Universidad San Carlos de Guatemala; Daniel Fernández Urgellés, de la Universidad de Guantánamo de Cuba; Daniel Apodaca Larrinaga, del Instituto Tecnológico de Sonora; Reinaldo Chávez Martínez, de la Universidad de El Salvador, y Susana Pastrana Corral por la Universidad de Sonora, y como moderador Isaac López Bañuelos.
Mirna Regina Valiente abrió el panel con su testimonio del escenario post-covid-19 y las estrategias implementadas para la realización del servicio social por parte de los estudiantes de los diferentes programas educativos.
“Actualmente las intervenciones del Ejercicio Profesional Supervisado de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Epsum) se concentran en coadyuvar con las agendas locales para reducir el impacto en poblaciones vulnerables impulsando a una agenda local de recuperación”, precisó.
Se realizó un intenso trabajo de preparación para que los grupos interdisciplinarios pudieran volver a trabajar a territorio con protocolos para apoyar en el control de virus y el tema seguimiento a los casos entre la población vulnerable, además de capacitaciones para el primer nivel de atención a la salud y seguridad alimentaria.
Por su parte, Daniel Fernández Urgellés habló de su experiencia con el servicio social durante la pandemia, con el proyecto comunitario Con Mochila al hombro.
Durante la pandemia, las instalaciones de la Universidad de Guantánamo se convirtieron en centro de aislamiento de personas contagiadas; además, los grupos estudiantiles brindaron apoyo a las familias vulnerables principalmente a personas de la tercera edad y vinculación de los grupos científicos estudiantiles al trabajo de los territorios, explicó.
Hubo un trabajo en conjunto con salud pública en labores de diagnóstico de la situación que presentan los adultos mayores, formación de promotores de salud, donaciones de sangre, labores de pesquizaje, así como el llenado y etiquetado de envases con hipoclorito de sodio, resumió.
“Nuestros estudiantes fueron muy importantes durante la pandemia, quienes se prepararon y tomaron cursos para fomentar la cultura de la salud y apoyar en la lucha con el covid-19 a través de las jornadas comunitarias”, indicó el catedrático.
De igual forma, Daniel Apodaca Larrinaga enumeró las acciones se orientación a preservar la salud de la comunidad universitaria y de la sociedad en general abarcando las acciones de Servicio Social Universitario (SSU).
Al principio, a todas las universidades les tomó por sorpresa porque no estaban listas para funcionar de esta manera, por lo que fue necesario hacer modificaciones y trabajar de manera virtual incluyendo el servicio social para preservar en todo momento la salud, indicó.
“El servicio social es muy importante porque con esto podemos extender los beneficios de la ciencia, de la tecnología y de la cultura a toda la sociedad, refuerza además las actitudes solidarias de las comunidades y fortalece la formación integral de los estudiantes”, enfatizó.
A su vez, Reinaldo Chávez Martínez también compartió los retos planteados durante la contingencia, donde se abocaron a crear un sistema de registro virtual y asumir el reto de que los estudiantes cumplieran con un deber constitucional y realizar su servicio social.
“Con la virtualización minimizaríamos los riesgos provocados por la pandemia y daríamos cumplimiento a la Ley de Procedimientos Administrativos, así como el reglamento de Proyección Social y facilidad de interacción entre tutor y estudiante ambos con facilidad ingresarían al sistema e interactúan en la orientación sobre las acciones del servicio social”, explicó.
La pandemia conminó a actuar conforme a la legislación nacional, a pensar en modalidades que se adaptaran a la cuarentena domiciliar, por ello se pensó en las modalidades presencial, semipresencial y virtual e identificar las condiciones para no abandonar por completo las acciones presenciales en los territorios, agregó.
Por su parte, la anfitriona Susana Angélica Pastrana Corral, presidenta del comité organizador de este foro, habló de las experiencias y las actividades realizadas por los alumnos integrantes de las Brigadas Comunitarias Multidisciplinarias del campus Caborca a lo largo del confinamiento tanto en el área rural y urbana.
“Debido a la pandemia, la estrategia cambió, la prioridad fue atender las necesidades inmediatas por la pandemia y nos abocamos a la entrega de despensas y cubrebocas con el apoyo de la población en general y la empresa Minera Penmont; la verdad que es admirable el trabajo de los brigadistas en medio del miedo por no contagiarse”, recordó.
“El SSU es más que un requisito de 480 hora en seis meses, sino que es más formativo y pedagógico en la formación integral del estudiante”, afirmó la también jefa del Departamento de Ciencias Sociales URN.