Las bebidas de cola light que son reducidas en azúcar contienen más cantidad de cafeína, demostró un estudio hecho por universitarios, con lo cual se evidencia que las compañías refresqueras suplen un aditivo por otro igual de adictivo que atraiga al consumidor.
Para hablar de este tema, Armando López Grijalva y Diana Techellea Toledo, estudiantes del noveno semestre del programa Químico en Alimentos y Químico Biólogo Clínico, respectivamente, estuvieron como invitados en el programa A tiempo con la ciencia, que se transmite por Radio Universidad.
Los jóvenes desarrollaron el trabajo Determinación del contenido de cafeína en distintos refrescos de cola mediante extracción líquido-líquido y análisis gravimétrico, con el cual obtuvieron el tercer lugar, en categoría experimental, en la XXXV edición de la Muestra Estudiantil del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, en su edición Francisca Ofelia Muñoz Osuna.
López Grijalva explicó que la cafeína es un compuesto natural que se encuentra en plantas, y es ampliamente consumido por las personas. A lo largo de la humanidad, dijo, siempre ha estado presente, y es uno de los aditivos que se usa en la industria alimentaria hoy en día.
“Como bien dicen todo en exceso es malo, solamente que nuestro proyecto ha girado en torno a la cantidad de este aditivo en bebidas de cola, lo que sí puede provocar ciertas dudas, es por ejemplo si es malo, si es bueno, si afecta al sabor, si afecta a la salud, es precisamente lo que queremos comunicar”, mencionó.
Por su parte, Tellechea Toledo indicó que el consumo de la cafeína es relevante para la vida diaria y tan agitada que se lleva constantemente, donde generalmente se ingieren bebidas energetizantes, y agregó que una manera natural o sana de contar con un poco más de energía diaria es el uso de la cafeína, porque mantiene alerta y disminuye la fatiga.
También aclaró que la cafeína se encuentra en otros productos además del café, entre ellos los chocolates, refrescos, té, aditivos saborizantes, entre otros. Y aclaró que en el caso del estudio que realizaron, centraron su objetivo en evaluar las cantidades de cafeína en ciertos refrescos de cola que generalmente son consumidos por la población mexicana.
Armando López declaró que, según un estudio hecho en México, el 80% de la población adulta consume entre 200 y 300 miligramos de cafeína al día, y que eso en promedio pueden ser de dos a tres tazas de café. Este dato también viene para menores de 18 años, que pueden consumirlo en café con leche, pero la ingesta media es alrededor de 1 miligramo por kg al día, lo que está muy por debajo del umbral que se considera peligroso.
“Entre toxicólogos existe el término de dosis letal media, que es básicamente qué tanto de cierta sustancia puede consumir alguien, o el 50% de la población, para que ésta resulte letal y en el caso de la cafeína son aproximadamente 11.25 gramos en una persona de unos 75 kilos, lo cual es mucho, de hecho es una cantidad demasiado alta, prácticamente imposible alcanzar”, señaló.
Informó además que sí existen normas de salud en México, como la NOM 218, que se centra en bebidas no alcohólicas y en bebidas adicionadas con cafeína, pero no está enfocada en los refrescos cafeinados, como los de cola.
Los estudiantes señalaron que evaluaron cinco muestras, dos de refrescos de cola light, dos de cola regular y un refresco más que en su etiqueta señalaba que tenía cafeína añadida, y que les sorprendieron los resultados, dado que los refrescos light contienen más cafeína que los regulares.
Concluyeron entonces que les están quitando azúcar, endulzantes en general a la bebida, pero quieren sustituirlo por otro compuesto que atraiga al consumidor y de esta manera hacer que adquiera un gusto por esta bebida, porque la cafeína causa adicción al igual que el consumo de azúcar.
Los alumnos comentaron que aunque son de distintas licenciaturas, coincidieron en la materia Química analítica y ahí desarrollaron este trabajo, con la asesoría de la académica Olga Lidia Valenzuela, y aunque ambos ya habían participado en otras muestras estudiantiles, fue hasta la más reciente que destacaron gracias a este proyecto.
“Este trabajo nos deja una experiencia muy satisfactoria de plantearnos algo y llegar a los objetivos, de haber implementado la metodología de una universidad peruana, pero con adaptaciones a nuestro proyecto, el cual, dados los resultados, después podría pensarse en evaluar otras bebidas con cafeína, como el propio café o el té, pues por esta ocasión decidimos enfocarnos en productos de cola gasificados por el gran consumo que hay en México de este refresco”, revelaron.