Deben sustituirse al menos cada 15 días las esponjas y trapos de cocina

Aleyda Gutiérrez Guerrero/
“Si su esponja o trapo de cocina huele mal ya no lo use, elimínelo”, recomendó la académica María Esther Orozco García, con base en estudios que revelan que ahí se alojan millones y gran variedad de bacterias.

La docente del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos (DIPA) explicó que Las esponjas de cocina, debido a la naturaleza porosa y a la capacidad de remojo de agua, funcionan como incubadoras ideales de microorganismos que son responsables del desagradable aroma a “humedad”.

Durante la emisión del programa Alimentación: problema de nuestro tiempo, donde estuvo como invitada, dijo que en un estudio realizado a esponjas de cocina, científicos de la Universidad de Justus Liebeg de Giessen en Alemania, confirmaron la presencia de diversas bacterias que pueden causar enfermedades e infecciones.

Para evitar esto, recomendó eliminar los restos de comida después de lavar los trastes y retirar la mayor cantidad de agua de las esponjas o trapos, porque las bacterias se desarrollan en los lugares húmedos.

Orozco García indicó que como métodos de limpieza para las esponjas y trapos de cocina se puede utilizar una solución de agua con un poco de lejía (en proporción de 9:1) y sumergir la esponja durante al menos 30 segundos, después secar la esponja lo más posible y dejarla secar.

También, mencionó, se puede poner en un recipiente limpio, cloro y agua hirviendo, deja reposar entre cinco y 10 minutos la esponja y al momento de sacarla, estrujar y posteriormente lavarlas con agua fría.

Otro método de limpieza recomendado es con vinagre, señaló, y para ello, sólo se requiere dejar remojar la esponja toda la noche y al día siguiente secarla al sol. Dijo que es ideal, aprovechando cuando hay un fuerte sol en la ciudad, dejar que el calor seque esponjas y trapos de cocina.

Por recomendación de los investigadores que realizaron estudios con este tipo de materiales es importante cambiar la esponja al menos cada 15 días para evitar infecciones y enfermedades, y de preferencia cada semana, apuntó.