Jesús Alberto Rubio/
Con una gran expresión artística, además de coloridos y vistosos vestuarios y disfraces, la Universidad de Sonora celebró ésta mañana su XVII tradicional procesión de Día de los Muertos con la participación de más de 300 estudiantes de las licenciaturas en Música, Artes Escénicas, opción Actuación y Danza Contemporánea, así como de Arquitectura y Diseño.
La convocatoria y organización del evento estuvo a cargo del Departamento de Bellas Artes, bajo la coordinación general de los académicos de Rosa María Cifuentes y Luis Ricardo Gaitán.
La procesión, que inició a las 9:00 horas en el acceso principal del Centro de las Artes, la encabezaron los zanqueros, una coreografía contemporánea, Esqueleto Gigante y Lotería, además de las catrinas y catrines, bailarines, lloronas, músicos, santos y calaveras “traídas de la tumba”.
Cabe destacar que para esta edición, cuya duración fue de tres horas, por vez primera se tuvo como invitados de honor a alrededor de 180 estudiantes Arquitectura y Diseño de esta misma casa de estudios.
Bellos cuadros alusivos
Bajo las notas musicales de la Banda Mixe de Oaxaca, después del Centro de las Artes, el contingente se dirigió hacia el Departamento de Lenguas Extranjeras y posteriormente avanzó por el bulevar Colosio, las calles Dr. Noriega y Pino Suárez, pasando por la avenida Niños Héroes hasta llegar a la explanada y escalinatas del Edificio del Museo y Biblioteca de esta institución.
En ese escenario se presentaron diversos cuadros alusivos a la tradición mexicana, donde los estudiantes mostraron su arte escénico, coreográfico y musical de muy alta calidad, que fue del gusto de los asistentes reunidos en ese lugar, tras que escenificaron diferentes cuadros artísticos tradicionales a tan significativa fecha.
El programa empezó con un bailable de danzón, acompañados de Las Catrinas, El Cleto, La Lotería, Esqueleto Gigante, Huesos, y la creación de un cuadro escénico en movimiento con base en los contenidos de la asignatura Cuerpo y Percepción.
El público presente también admiró a las Catrinas lloronas, La Catrina Anita, los automóviles Vaca Vaqueros y Matrimonio Frida Khalo, así como la evocación de músicos, actores y actrices, así como otros personajes protagonistas e intelectuales de la cultura popular mexicana y de eventos históricos de los últimos 50 años.
Paradas con ofrendas de pan muerto
Al grito de los estudiantes de ¿Dónde está el pan muerto?, con la protección de elementos de Seguridad Universitaria, la procesión cruzó la calle Rosales para continuar por la Plaza Emiliana de Zubeldía y la entrada principal, pasando frente a los edificios de Rectoría y Vicerrectoría hasta realizar la primera parada en la calle adyacente a la Biblioteca Central Universitaria.
En cada parada hubo ofrendas de pan de muerto, donde además los estudiantes tuvieron oportunidad de interactuar, en medio de un ambiente del todo festivo, con los miembros de la comunidad universitaria allí reunidos.
La procesión siguió hacia el Departamento de Derecho, la Dirección de Servicios Estudiantiles, así como los departamentos de Letras y Lingüística y de Arquitectura y Diseño, donde concluyó.
Luis Ricardo Gaitán, al término del evento de tres horas expresó con emoción: “una vez más tuvimos la maravillosa oportunidad de celebrar el Día de Muertos, tanto por su colorido como el significado en su concepto de tradición mexicana”.
Asimismo, brindó un reconocimiento a la creatividad de las escenificaciones y cuadros artísticos de los estudiantes, con sus vistosos vestuarios y disfraces utilizados durante el recorrido por el campus universitario.
Esta procesión anual, concluyó, rescata sin duda una de las más bellas tradiciones mexicanas reconocidas en el mundo, “y qué mejor hacerlo con nuestro valioso recurso humano en formación, los estudiantes, y el respaldo de sus académicos”.