Como un avance muy significativo en su aprendizaje y formación académica desde el nivel bachillerato, y ahora como estudiante en esta casa de estudios, calificó Lilia Michelle Ochoa Covarrubias el haber obtenido la medalla de bronce en la Olimpiada Iberoamericana de Biología, celebrada del 10 al 14 de este mes en Loja, Ecuador.
Expresó que el adjudicarse esa presea frente a 50 estudiantes de 13 países hispanos le significó una experiencia maravillosa que le motiva a seguir preparándose para futuros retos, como especializarse en las áreas de biología molecular y oncología.
Ochoa Covarrubias dijo que la olimpiada iberoamericana consistió en tres exámenes prácticos y dos teóricos, particularmente sobre temas relacionados con la botánica, biología molecular, genética y ecología.
Al platicar su experiencia en ese evento académico, hizo saber que desde sus estudios de bachillerato en el Cobach, plantel Ernesto López Riesgo, se le invitó a formar parte de la selección estatal, y que a través de un proceso de exámenes pudo incorporarse, primero, al preseleccionado mexicano, y luego en la selección nacional, para participar en la olimpiada.
Agradeció el respaldo académico que recibió de sus asesores, en especial de la profesora Amanda Valenzuela, así como de otras instituciones, como el Dictus, la Licenciatura en Biología y la Academia Mexicana de Ciencias.
En rueda de prensa celebrada esta mañana en la sala de usos múltiple de la Biblioteca Central Universitaria, también participó Santiago Jara Sarracino, hoy estudiante de la carrera de Física en esta institución, y quien en julio obtuvo pasado medalla de bronce en la Olimpiada Internacional de Biología que se celebró en Teherán, Irán.
Ambos estudiantes coincidieron en señalar que les gusta la biología porque se trata de una ciencia que hace ver cómo funcionan los seres vivos y la forma compleja de interactuar de muchas cosas.
“Ser biólogo es una forma de vida; estudiar esta ciencia te va a cambiar a un nivel muy profundo y aprenderás a ver el mundo con otros ojos, abriéndote la puerta para formar parte de ese acervo de conocimientos que la humanidad ha ido recopilando desde siempre”, subrayó Jara Sarracino.
Comprometidos con la ciencia y estímulos a medallistas
Mario Hiram Uriarte Montoya, profesor investigador del campus Cajeme de la Universidad de Sonora, y delegado de la Olimpiada de Biología en Sonora por la Academia Mexicana de Ciencias, brindó un reconocimiento a ambos estudiantes por estar comprometidos a aprender ciencia, así como al equipo de académicos que los asesoran previo a sus participaciones en olimpiadas, ya que, indicó, la profundidad y complejidad de los cuestionamientos en los concursos son de nivel de licenciatura y posgrado.
Destacó que a Sonora le ha ido muy bien en el medallero nacional en los últimos dos años, y que desde el 2014 a la fecha por lo menos un estudiante sonorense ha sido seleccionado para formar parte de la delegación mexicana que representa a nuestro país en las olimpiadas, ya sea iberoamericana o internacional.
Uriarte Montoya afirmó que en este proceso se tiene un trabajo en equipo de estudiantes comprometidos y que tienen el apoyo académico de profesores de distintos departamentos de esta casa de estudios, sí como de la Facultad de Ciencias de la UNAM, el Centro Médico Nacional y la Academia Mexicana de Ciencias.
Destacó que los ganadores de medallas de oro en el nivel de olimpiada nacional son acreedores a una beca para que continúen sus estudios profesionales, estímulo que les proporciona el gobierno federal a través de la Academia Mexicana de Ciencias.
También, concluyó, se les ofrece la posibilidad de participar en los veranos de investigación científica, porque recordemos que todas las olimpiadas de la ciencia buscan promover el estudio de las diferentes ramas de las ciencias en los jóvenes de bachillerato para que cuando tengan oportunidad se incorporen a carreras científicas.