Paula Trespalacios Argain
La Universidad de Sonora cuenta con el único bioterio del noroeste con el registro ante el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (Senasica), de la Secretaría de Agricultura, lo que le permite llevar a cabo experimentos con animales de laboratorio.
El bioterio del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos posee el permiso de alta funcionalidad para hacer trabajos de investigación, innovación, enseñanza, y reproducción; brinda servicios a profesores e investigadores de esta casa de estudios, así como a instituciones externas, como lo comentó su responsable Rosario Maribel Robles Sánchez.
“Este registro es muy importante para el bioterio porque le va a dar certeza al investigador que está realizando su proyecto de que lleva su investigación de manera correcta”, precisó.
Proceso de dos años
Por su parte, Carmen María López Saiz, jefa del Departamento de Investigación y Posgrado en Alimentos, precisó que la solicitud del registro fue hecha por la rectora María Rita Plancarte Martínez; se trata de un trabajo que inició hace dos años y que fue auditado el pasado mes de marzo, para recibir el registro recientemente.
“Este registro ayuda a promover la publicación de todos los artículos y proyectos de investigación que salen del bioterio; actualmente está cerrado, en remodelación; pero desde inicios de los 80’s se han realizado diferentes proyectos con infecciones con parásitos, nutrición en busca de alimentos funcionales, estudios psicológicos y de cáncer”, comentó.
Además, destacó que, se ha trabajado para poder asegurar que los animales de laboratorio que llegan al DIPA sean tratados de manera humanitaria y que todos los proyectos que se desarrollan dentro del mismo cumplan con la NOM-062-ZOO-1999.
“Estamos hablando de estudios de nutrición, en salud, también contribuimos con el Departamento de Psicología para hacer estudios de comportamiento de los animales”, detalló.
Actualmente, el bioterio está ubicado en el sótano del edificio 5P; se encuentra en remodelación con adecuaciones propias del registro, para el cual fue necesario cumplir con un 80 por ciento de requerimientos y un 20 por ciento de cuestiones veterinarias.
Rosario Maribel Robles Sánchez, como encargada del bioterio, explicó que es una combinación de biológico y laboratorio que le da servicio a todos los profesores que requieran realizar una investigación en la que ocupen
animales de laboratorio, por lo que se alojan dos cepas de ratas, murinos y roedores.“Queda como un laboratorio institucional para cualquier persona que desee hacer trabajo que requiera animales de laboratorio dentro de la Universidad; tenemos el Comité interno de uso y cuidado de animales de laboratorio (Ciucal), por el que deben pasar los que quieran hacer un trabajo; cuenta con requisitos establecidos en reglamentos, basados en la norma oficial mexicana”, explicó.
Aclaró que el Cicual no se encarga de evaluar la calidad en los proyectos, no cuestiona el proyecto, más bien analiza cómo van a trabajar con los animales, su uso, cuidado y bienestar; en función de eso, van todos los requerimientos sobre qué tipo de alimento van a dar, cómo van a disponer de ellos, si los van a recuperar de su intervención o se realizará un proceso de eutanasia.
“Tuvimos que vencer una serie de hábitos y costumbres, lograr hacer bitácoras de ingreso, de salidas, de lavado de materiales, manejo de animales, el uso de bata, cofia, cubrebocas, sanitización”, mencionó.
Las investigadoras señalaron que este logro es trabajo del profesor Rafael Canett Romero, recientemente jubilado, quien fue el responsable del bioterio desde su inicio e impulsor desde el surgimiento de la norma oficial.