Asegurar el consumo de frutas y verduras frescas en un hogar donde las condiciones económicas no son muy favorables fue uno de los objetivos del proyecto de investigación que Berenice Zapata Jaime realizó para obtener su tesis de Maestría.
La estudiante, egresada de la Licenciatura en Ciencias Nutricionales y recién titulada de la Maestría en Ciencias de la Salud, explicó que el estudio realizado se conformó de varias etapas, siendo la primera un análisis de la situación de varias familias a quienes se invitó previamente a participar de manera voluntaria.
“Se buscó la forma de que las familias que participaran tuvieran acceso físico y rápido a productos de huertos familiares que ellos mismos cultiven y cosechen”, comentó al señalar que lograron el objetivo con la experiencia de 91 casos, 91 familias de la comunidad de Bahía de Kino.
Explicó que como parte del proyecto, ella misma y un grupo de docentes y alumnos prestadores de servicio social, iniciaron con un curso de capacitación con docentes y estudiantes de la Licenciatura en Agricultura y Ganadería sobre cómo hacer un huerto familiar, conocimientos que posteriormente ellos compartirían y enseñarían a las familias que participarían.
Al mismo tiempo, se realizó una evaluación de las familias de la comunidad logrando que 91 familias desarrollaran su huerto familiar, mismos que fueron visitados desde septiembre de 2019 hasta marzo de 2021.
“Se logró un estudio en el que participaron la profesora Trinidad Quizán Plata, de la maestría en Ciencias de la Salud y Carla Murillo y yo e íbamos a capacitarlos, les llevamos folletos sobre los beneficios del huerto, dónde ponerlo, como plantar las semillas, los cuidados que había que tener, cómo hacer composta”, expresó.
Berenice contó cómo es que participaban las mamás y los hijos de cada familia en la formación de su huerto. “Llevábamos el material como tal, palas, rastrillos, y les dejábamos la semilla para el huerto y otras para una siguiente temporada.
Mencionó que los resultados obtenidos fueron altamente satisfactorios, pues se logró que esas familias tuvieran comida a su alcance, en momentos difíciles para acceder a ellos, como ha sido la etapa de pandemia por covid-19, pues hubo un tiempo en que la comunidad no tenía acceso a cualquier tipo de alimentos, porque no permitían el acceso a vendedores, proveedores y turistas al lugar.
Berenice reiteró que con su huerto, las familias tuvieron acceso rápido a productos alimenticios sanos. “Hubo señoras que nos comentaron que en ocasiones sólo tuvieron para comer el fruto y las verduras de sus huertos”.
Señaló que en el estudio inicial se evaluó la condición alimentaria de las familias, así como la dieta de los niños, los papás y la comunidad, logrando trabajar con ellos en forma personal y directa, hasta marzo de 2020, después, el seguimiento fue permanente vía llamadas telefónicas y videollamadas.
“De los resultados obtenidos está el 81% de éxito en las hortalizas y el beneficio económico para las familias, además de mejorar la calidad del alimento que consumían al proporcionarles mejor condición física, sentirse con más energía y trabajar en equipo”, señaló.
De tal forma que recomendó ampliamente implementar huertos familiares como una estrategia para incrementar el consumo de frutas y verduras frescas y de alta calidad alimenticia. “El huerto es un gran aliado para proveerse de alimentos”.
Berenice presentó los resultados de su investigación y proyecto el pasado viernes 10 de enero como tesis para obtener su título de Maestría en Ciencias Nutricionales, objetivo también logrado y aprobado por unanimidad.