Luis Mendoza//
En el marco del 46 Simposio de Historia y Antropología Edición Internacional, Gunther Dietz, antropólogo y profesor del Instituto de Investigaciones en Educación de la Universidad Veracruzana (UV), compartió algunas reflexiones sobre lo que, entre Antropología, Historia y otras Humanidades y Ciencias Sociales se ha llamado en las últimas dos décadas, los estudios interculturales.
El reto de la diversidad de culturas, saberes y poderes, fue el título de la conferencia desarrollada por Gunther Dietz, en la que compartió algunas nociones sobre diversidad: “quienes trabajamos en la antropología e historia siempre hemos tratado cuestiones de diversidad de distintas fuentes, tanto en el ámbito antropológico y geográfico, como en el histórico y sociológico. En América Latina, cuando hablamos de diversidad, nos centramos en la diversidad de origen étnicocultural”.
Posteriormente expuso el concepto de interculturalidad y sus orígenes, tanto en Europa como en América Latina, el cual tiene comienzos diversos y se empezó a utilizar aproximadamente desde los años cuarenta. Precisó que lo intercultural se refiere a distintos aspectos de la sociedad de la cultura que se estudia, a veces tiene que ver con hechos, con un deber ser, implica una metodología, un proyecto político y un proyecto educativo.
“Regresando al origen del concepto, que es la diversidad, nos damos cuenta que hay tres generaciones de términos que se han ido sustituyendo o complementando: multiculturalismo, multiculturalidad; interculturalismo, interculturalidad; diversidad, diversidades, megadiversidad, hiperdiversidad”, dijo.
Gunther Dietz mencionó que la diversidad es una característica de nuestras sociedades, por ello propone una mirada histórica y estructural a este fenómeno, donde el punto de partida de los estudios interculturales es la deconstrucción crítica de los esencialismos identitarios.
Agregó que desde la Universidad Veracruzana se ha trabajado en una propuesta sobre qué entender por interculturalidad desde los estudios interculturales: “entendemos la interculturalidad, en el sentido analítico-critico, como la mirada hacia relaciones que existen entre diversos grupos humanos, estas relaciones pueden definirse en términos culturales, pero también pueden tratarse de grupos que se diferencian en términos de etnicidad, lengua, nacionalidad o religión. Nuestra tarea académica consiste en analizar estos procesos de relación que a veces son simétricos y asimétricos, que a veces visibilizan y a veces invisibilizan diferentes constelaciones, estigmatizaciones y discriminaciones”.
Todos tenemos varias identidades
En el desarrollo de su charla virtual, el docente de la UV presentó una red conceptual de la identidad y expuso que ninguna persona jamás tiene una sola identidad, sino que actualizamos determinadas fuentes de identidad en función de nuestros intereses, en función de la contraparte y del contexto en el que nos movemos; esta noción constructivista y procesual de la identidad forma el núcleo de los estudios interculturales.
Relató que en el ámbito educativo, la tarea consiste en analizar críticamente el desmontar la noción monolítica de la educación para ver quién está detrás de los contenidos de las formas educativas, quién construye que tipo de minorías o mayorías en el libro de texto, qué saberes son incluidos y cuáles son excluidos. Y a partir de ahí se generan medidas concretas para transformar sociedades a partir de la transformación de actores tanto educativos como de otro tipo de actores; esto tiene que ver con la utopía concreta de paso a paso ir generando relaciones más incluyentes y más simétricas entre las llamadas minorías y mayorías que componen una sociedad.
Gunther Dietz apuntó que la tarea consiste en generar puentes, intercambios, retroacoplamientos, hibridaciones mutuas y reciprocidades entre los grupos históricamente privilegiados de nuestras sociedades y los grupos históricamente excluidos o discriminados. Y que en el ámbito educativo, esa tarea implica visibilizar esas desigualdades, transitar en el ámbito educativo a formas de organización escolar, contenidos curriculares y a métodos de enseña aprendizaje más diversos, plurales, dialógicos y horizontales.
“La tarea consiste en desenmascarar y criticar desigualdades y asimetrías para transformar y democratizar instituciones, comunidades, sociedades. Por eso la diversidad, la interculturalidad, no únicamente como una tarea o prerrogativa de determinada minoría (empoderamiento), sino de todos los grupos que componen la sociedad (interculturalidad para todos)”, indicó.
En México no se aprovecha la diversidad lingüística
En la segunda parte de su intervención abordó el gran reto que constituye en nuestras sociedades el multilingüismo, destacando que, en el contexto latinoamericano y mexicano, sobre todo en los pueblos originarios, donde no se ha permitido un bilingüismo aditivo, que es lo deseable, cuando una persona aprende una lengua diferente a la materna y utiliza las dos de manera regular y sin dificultad.
Explicó que México es uno de los países superdiversos en lo lingüístico, pero es una diversidad que no se aprovecha y que está ausente en los sistemas educativos y en los medios de comunicación; somos un país multilingüe con hábitos monolingües, donde se sigue desplazando día a día la diversidad lingüística, y esto es algo que los estudios culturales procuran revertir, porque la diversidad lingüística es parte de esta diversidad de diversidades, en conjunción con los movimientos de los pueblos originarios.
Reveló que se está trabajando en escenarios donde se analiza comunidad por comunidad, región por región, lengua por lengua; quiénes hablan, entienden, leen y escriben todavía su lengua originaria frente al castellano como lengua hegemónica o el inglés como segunda lengua hegemónica, y a partir de estos escenarios se están desarrollando prácticas sociales de lenguaje, que es un enfoque distinto a la enseñanza de lenguas extranjeras; las prácticas sociales del lenguaje significan partir del mundo de vida de la persona multilingüe, de la persona que habla distintas lenguas en diferentes contextos, partiendo de esa práctica social y no de una gramática normativa prescriptiva.
El especialista en temas de interculturalidad, multiculturalismo, educación intercultural, manifestó que requerimos de competencias comunicativas interculturales, que son la capacidad de comunicarse, desempeñarse e interactuar en situaciones de diversidad y heterogeneidad con personas procedentes de diferentes contextos culturales o subculturales, de clase social, étnicos, nacionales, de diferentes grupos de edad y/o de diferentes roles de género, así como de diferentes situaciones de capacidad-discapacidad.
Finalmente, el antropólogo dijo que tenemos que aprovechar esa diversidad como una oportunidad de aprendizaje, e invitó a transitar a lo que en estudios interculturales se le llama diálogos de saberes: “implican que entendemos los saberes, por una parte, como aquello que se expresa en el aula, en el currículo, en la escuela, pero también aquello que se expresa y que se transmite de forma oral en los conocimientos comunitarios, en el conocimiento de determinadas organizaciones”.
Entablar estos diálogos de saberes en universidades interculturales o en otras instancias que se están desarrollando en el sistema educativo, es uno de los principales retos que nos enfrentamos para aprovechar la diversidad cultural dentro de las instituciones educativas, escolares y universitarias.
Gunther Dietz cuenta con estudios de Antropología Social, Antropología de América, Filosofía y Filología Hispánica en las Universidades de Gotinga y Hamburgo (Alemania), y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, de la Academia Mexicana de Ciencias y de la International Association for Intercultural Education (IAIE).