Lin Mendivil Alvarado/
Mediante estudios de laboratorio in vitro se estableció la capacidad antioxidante y antiproliferativa de células cancerosas del extracto etanólico de Boerhavia diffusa, arbusto mejor conocido como arete o golondrina, lo cual sienta las bases para desarrollar a futuro un producto quimiofarmacéutico, comentó Carlos Alberto Garibay León.
El alumno del séptimo semestre de Químico Biólogo, dio a conocer los anteriores resultados durante la pasada XXVI Muestra Estudiantil, al exponer el cartel Evaluación de actividad antioxidante in vitro y de la actividad antiproliferativa en líneas celulares cancerosas del extracto etanólico de Boerhavia diffusa.
En entrevista, el estudiante explicó que este proyecto lo desarrolló como parte de su estancia académica como beneficiario del programa Delfin durante el verano del presente año en el Laboratorio de Productos Naturales.
Garibay León indicó que esta planta se encuentra en todas partes y crece en cualquier época del año, principalmente en época de lluvia, y “lo que se encontró es que el extracto de esta planta tiene actividad antiproliferativa, lo cual se midió, y también tiene actividad antioxidante”; es decir, evita que prolifere la línea celular cancerosa, explicó.
Sin embargo, “no se puede decir que tiene actividad anticancerígena, pues para ello se ocupan de estudios más avanzados; lo que puedo decir, es que sí mata célula cancerosas, pero no sé cómo lo hace, si las mata por apoptosis o necrosis. Por lo pronto sabemos que evita que crezcan las células cancerosas de cáncer cérvicouterino y de colon”, añadió.
Para determinar lo anterior, refirió que el Instituto Nacional del Cáncer brinda valores de referencia, y cuando se tiene un IC50 inferior a 30 microgramos por mililitro, significa que hay un compuesto con actividad proliferativa, y en los estudios realizados arrojaron valores de 11.83 para cáncer cérvicouterino, y de 12.5 para cáncer de colon, lo cual son valores muy buenos, refirió.
“El IC50 es la concentración inhibitoria del 50%; es decir, a esa concentración de 11.83 microgramos por mililitro del extracto de la planta, mata el 50% de células cancerosas. Este estudio ayudará a encontrar un desarrollo quimiofarmacéutico” a largo plazo, precisó.
Para este propósito, la etapa siguiente es evaluar el extracto en una línea celular no cancerosa para saber si el compuesto es tóxico para las células normales; después, se tiene que fraccionar el compuesto para conocer cuál es el que tiene la actividad
antiproliferativa, y después caracterizar el compuesto mediante técnicas que permitan establecer su estructura, refirió.
Puntualizó que se trata de una especie de arbusto que ha sido estudiado alrededor del mundo, pero en Sonora no se había analizado su actividad antiproliferativa.