Alumnos de Artes Escénicas y del Cedart ofrecen en Martesdanza múltiples visiones de una misma realidad

Armando Zamora/

Es martes. Digamos que el reloj marca 20 minutos antes de las 19:00 horas y la magia está por suceder. Uno llega al Foro Bellas Artes, se sienta en la butaca y espera a que den la ‘tercera llamada, tercera’, para apagar el celular y ponerse en modo de disfrute de las artes escénicas (no quiero decir danza porque dejaría de lado al teatro, o viceversa). Y que el mundo gire de girar, como dijo alguna vez Simeón Rico, mientras las luces van ganando intensidad sobre el escenario…

Es la tercera jornada del programa Martesdanza, y el programa lo integran cuatro cuadros: We can do it, pero ¿quién soy yo?, y Vértigo cantado, que interpretan grupos de danza y teatro del Centro de Educación Artística José Eduardo Pierson (Cedart), y Somos cuerpo y Minas, coreografías ejecutadas por alumnos del séptimo semestre de la Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Sonora.

Abrió la sesión la pieza Somos cuerpo, ejecutada por Anel Parra, Citlalli Aguirre, Katia Gardea, Priscila Almeida, alumnas de la Universidad de Chihuahua que realizan una estancia de movilidad en la alma mater. En la obra, las artistas desarrollan un ostinato coreográfico sobre el cuerpo, sólido y permanente, basado en un poema de E.E. Cummings: “Me gusta mi cuerpo cuando está con tu cuerpo. Es una cosa tan, pero tan nueva. Músculos mejor y nervios más. Me gusta tu cuerpo. Me gusta lo que hace, me gustan sus cómos. Me gusta sentir la columna de tu cuerpo, y sus huesos, y el temblor, y la firme suavidad…

Minas continuó la fiesta del movimiento, cuadro desarrollado por Daniela López y Paulina Beyliss, alumnas de la Licenciatura en Artes Escénicas, en el que dan muestra de una madurez que se complementó sobre el escenario: uno alcanza a ver desde el butaquerío cómo dos mujeres se vuelven una en la búsqueda de respuestas a preguntas que no se han formulado, porque no hay necesidad, pues la mujer es, en sí, una patria diferente a la que se llega no por un camino asfaltado, sino por la ruta de los sentidos y del corazón.

Enseguida tocó turno a We can do it, pero ¿quién soy yo?, un proyecto que nació con base en la convocatoria del IV Concurso Interdisciplinario Cedart-INBA 2018. En la obra se recopilan las inquietudes de cinco estudiantes del área de Danza y Música de Centro José Eduardo Pierson, cuya visión era presentar poesía, bajo la perspectiva feminista, acompañada de trabajo corporal. En el trabajo intervienen Óscar Alejandro Cruz Romero, Marisol Retano Zazueta, Citlalli Guadalupe Villa Esquer e Israel Leyva Miranda, dirigidos por Magdalena Frías. La música es de Israel Leyva, también alumno del Cedart.

Martesdanza concluyó con la presentación de la coreografía Vértigo Cantado, de composición colectiva de los propios intérpretes: Aneth Fabiola, Carlos Urías, Andrea Medina, José Arballo, Stuart Osorno, alumnos del Cedart, dirigidos por el bailarín y profesor Aldo Siles. La música es de Ramsés Calderón, también del alumno del Centro. Este trabajo nace inspirado en los trabajos del poeta regiomontano Samuel Loyola, desaparecido bajo circunstancias extrañas, acaso influido por desgarros existenciales.

Una hora después, uno desgrana las sensaciones y concluye en que las piezas no son una terapia catártica, sino una propuesta ante la vida, una vida hecha de cuadros durante la función, y que gira en torno a la danza, básicamente, y de la música. No hay en los trabajos locuras ni adicciones, no hay un deseo de salvar al mundo, sino un dolor compartido, un aliento común que hace que espectador y artista se hermanen por una hora, se vuelvan cómplices de la vida y de la esperanza, mientras afuera, en la realidad real, la oscuridad y la muerte se toman de la mano para…

No se trata de exigir. Uno sabe que los alumnos, tanto de la licenciatura como del Cedart, son artistas en formación (qué idea tan descabellada: ¡el artista nunca termina su formación!) y van construyendo su propia misión sobre la visión de otros: de ahí los recursos teatrales, de ahí la música, de ahí la poesía. El trabajo coreográfico, expresivo y esforzado, está en desarrollo, y la frescura de las propuestas que, más temprano que tarde, serán un elemento necesario en la construcción de una nueva sociedad, cuando el robocalipsis nos alcance. Y para eso es Martesdanza. Y por eso está uno ahí.

El martes 23, el programa de Martesdanza lo integrarán los trabajos 3 /4 de lo mismo y Esta pieza no es para mi madre, de Emmanuel Pacheco. La cita es en el Foro Bellas Artes, en punto de las 19:00 horas. El cupo será limitado. La cuota de recuperación general es de 60 pesos; estudiantes y público de la tercera edad, 30 pesos.

Los anfitriones del programa 2018 son alumnos integrantes del Laboratorio de Producción I LES-Danza Contemporánea, bajo la coordinación de la docente Adriana Castaños. Las fotografías que respaldan el texto son de Claudia Paola.