Eliminar poco a poco los alimentos hipercalóricos y aumentar los alimentos frescos, naturales y libres de grasas saturadas, además de hacer ejercicio físico, nos ayudará a tener un corazón sano, aseguró Teresita de Jesús Martínez Contreras.
La coordinadora del Centro de Promoción a la Salud del programa de Nutrición del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, expuso la necesidad de un cambio de dieta para evitar el padecimiento de enfermedades cardiovasculares, que son una de las principales causas de muerte entre la población en México.
La académica participó en la emisión de este jueves del programa de radio Alimentación, problema de nuestro tiempo que conduce Francisco Javier Parra Vergara y dijo que las enfermedades cardiovasculares se complican con el exceso de peso y la diabetes, que también dependen de una alimentación sana.
“Qué podemos hacer, primero, cuidar nuestra alimentación consumiendo los alimentos que necesita nuestro cuerpo e incluirlos en la dieta que no es otra cosa que lo que comemos todos los días; y por otra parte, reactivarnos, hacer un poco de actividad física, incluso en la oficina”, comentó.
Martínez Contreras consideró que desafortunadamente todos conocemos a alguien con un padecimiento cardiovascular o que ya le dio un infarto. “Y no hay que olvidar que la diabetes es una enfermedad de curso crónico que nos está pegando mucho y tiene que ver igualmente con los estilos de vida de la gente, la dieta, la alimentación no tan saludable que se tiene todos los días”.
Explicó que son los alimentos hipercalóricos los que tienen exceso de grasas y también exceso de calorías con los que se aumenta de peso, se incrementan los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y se relacionan directamente con las enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, recordó que no todas las grasas son ‘malas’, hablando de las grasas vegetales, que tampoco deben ser consumidas en exceso, y advirtió que se deben evitar, o consumir en mínimas cantidades las grasas saturadas que se encuentran principalmente en productos de origen animal.
“Si hablamos de un alimento que tiene mayor contenido de grasas, va a tener un mayor contenido de calorías y, lógicamente, nos va a llevar poco a poco a un aumento de gramos y luego de kilos”, expresó, Teresita de Jesús Martínez Contreras agregó que por cada gramo de grasa se consumen nueve calorías, por lo que habría que multiplicar los gramos de grasa que tiene el producto que vamos a consumir.
Recomendó que para disminuir los riesgos de enfermedades cardiovasculares hay que consumir, preferentemente, frutas y verduras, aunque más verduras que frutas en las porciones recomendadas para evitar el consumo en exceso de azúcares, aunque sean naturales y por supuesto, las carnes blancas sin que éstas sean fritas o preparadas en aceites.
“Estamos hablando de una porción que sería de un plátano, por ejemplo, la mitad, o una manzana pequeña, dos naranjas pequeñas, además de otras buenas opciones de alimentación como son el pollo y el pescado como fuentes de proteínas, además de los garbanzos, frijoles, lentejas de origen vegetal”, apuntó.
Martínez Contreras reiteró que en la dieta diaria se recomienda el consumo de frutos secos como las nueces, las almendras, los cacahuates, cereales integrales, leches bajas en grasa, leguminosa; reducir el consumo de sodio, alcohol, evitar fumar y adoptar por completo un estilo de vida saludable.