Adriana Garibay y Amparo Wong demuestran su orgullo y legado en el aniversario 82

Aleyda Gutiérrez Guerrero

El 82 aniversario de la Universidad de Sonora es una ocasión propicia para reflexionar sobre el orgullo y el legado que esta institución ha dejado en generaciones de estudiantes, docentes y la sociedad sonorense. En este marco, la labor de académicos como Adriana Garibay Escobar y exalumnas como Amparo Wong Molina se convierte en testimonio vivo del impacto y el impulso de grandeza que caracteriza a esta casa de estudios.

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Adriana Garibay Escobar, como académica, representa el compromiso de la universidad con la excelencia en la enseñanza y la investigación. Su labor demuestra que el conocimiento no solo es un fin en sí mismo, sino una herramienta para la transformación social.

La Maestra de Tiempo Completo del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, de la Facultad Interdisciplinaria de Ciencias Biológicas y de Salud, expresó que uno de los aspectos que trata de fomentar en sus estudiantes es la cultura del esfuerzo.

“Me gusta que los alumnos sepan que con esfuerzo pueden lograr lo que sea, que no se necesita ser tan inteligente para lograr algo, pero sí se necesita esfuerzo”, señaló.

La docente, con 35 años de servicio en la institución, manifestó que a lo largo de este tiempo ha formado muchas generaciones y ha dado seguimiento a algunos egresados. Con ello, dijo, se ha percatado que hay jóvenes muy brillantes, haciendo un papel destacado en diferentes lugares.

“Han estado en los laboratorios de premios Nobel, y hay otros egresados que están haciendo una labor muy importante aquí a nivel regional, en universidades como la nuestra, pero también en otras instituciones; entre ellos, está una de mis más queridas y destacadas estudiantes, la Maestra en Ciencias Amparo Wong Molina, ella no solamente está formando personas, porque su calidad como ser humano y su calidez en el trato es excelente.

“Así como ella hay muchos otros, distribuidos por todo el país y por todo Sonora e incluso en el mundo, y para mí es un orgullo saber que están tratando de replicar lo que les enseñamos aquí, en la Universidad de Sonora”, declaró la Doctora en Ciencias en Inmunología.

Garibay Escobar resaltó el legado que le brindaron sus maestros como la cultura del esfuerzo, el querer saber más, y que como docente es similar el legado que desea dejar a sus alumnos. “El saber que pueden lograr lo que ellos necesiten y quieran, que puedan lograr sus sueños, aunque parezca casi imposible conseguirlos, esforzándose”.

Dijo que una estrategia de la Universidad de Sonora, aún vigente, es promover la formación de alta calidad en sus profesores, como en su caso, que tuvo la oportunidad de estudiar la maestría y doctorado en el Instituto Politécnico Nacional.

“Así como yo, muchos hemos salido a superarnos, porque nuestra superación implica también la superación de nuestros estudiantes. Y en cada estudiante se replica lo mismo, el querer saber más, querer avanzar y cumplir sus sueños”, destacó.

Formación que trasciende

Por otro lado, el legado de exalumnas como Amparo Wong Molina es muestra palpable de cómo la formación en la Universidad de Sonora trasciende las aulas para impactar en diversos ámbitos de la vida pública y privada, así como en la propia educación de nivel superior.

La Profesora de Tiempo Completo en la Universidad Tecnológica de Hermosillo, adscrita a la Carrera de Paramédico, Protección civil y emergencias, es egresada del Departamento de Ciencias Químico Biológicas y del Posgrado de Ciencia de Materiales de la Universidad de Sonora, obteniendo el grado de Maestro en Ciencias.

“Me siento muy orgullosa de haber egresado de esta universidad, creo que el haber llevado aquí tanto la licenciatura como un posgrado me abrió puertas para una colocación laboral más adecuada y más pertinente a mi formación. Me ha dado además la oportunidad también de hacer trabajos colaborativos que han impactado en la parte de ciencias”, señaló.

Al regresar a la Universidad de Sonora y recorrer los pasillos de la que fuera su escuela, la egresada manifestó añoranza de esos años de estudiante, y al ver y saludar a algunos de sus maestros menciona: “pareciera que fue ayer”.

La docente, con 17 años de experiencia profesional, recordó a docentes que participaron en su formación universitaria, a algunos de ellos los calificó de “muy duros”, pero ahora entiende que fueron quienes sentaron bases muy sólidas en su preparación.

“De esos maestros, puedo mencionar a la doctora Adriana Garibay, quien es un pilar importante en la formación científica y humana, porque no debemos perder de vista esa parte humana. Tuve profesores que me aportaron muchísimo en valores, en responsabilidad, cosa que yo refiero porque estamos en una etapa de generaciones en las cuales a veces el alumnado ocasionalmente quiere cosas más facilitadas”, expresó.

Wong Molina destacó que como egresada de la Universidad sus maestros le dejaron un gran legado que ahora pretende también dejar en sus propios estudiantes.

Este aniversario, entonces, no solo celebra la historia de la Universidad de Sonora, sino también la proyección hacia el futuro, impulsada por el orgullo de pertenecer a una comunidad que valora la excelencia y que trabaja constantemente por dejar un legado significativo.

El ejemplo de Garibay Escobar y Wong Molina nos recuerda que la grandeza no es solo cuestión de logros individuales, sino de una red de esfuerzos colectivos que, a lo largo del tiempo, siguen construyendo una mejor sociedad.