Jesús Alberto Rubio/
La importancia de la antropología en el análisis de los conflictos ambientales, además de hacer una revisión de las diferentes perspectivas en esa temática, fueron puntos centrales de la conferencia que impartió el académico Héctor Vega Deloya en el Departamento de Historia y Antropología.
Al intervenir en el Seminario Conflictos y pensamiento biocultural: aportaciones de Víctor Toledo a los estudios ambientales, destacó que ese esfuerzo se lleva a cabo ante la proyección de la apertura de la licenciatura en Antropología como nueva oferta educativa de la institución, la cual tendrá un área de acentuación en el área ambiental.
El coordinador del seminario, que inició ayer lunes y concluirá el jueves de esta semana, dijo que a través de cuatro sesiones se revisarán y analizarán las diferentes perspectivas de los conflictos ambientales, además de permitir ver cuáles son las dimensiones de las repercusiones que tienen los planes de desarrollo del país, reiteró.
Al respecto, el profesor investigador de esa unidad académica, ejemplificó que desde hace dos años se trabaja en la entidad sobre problemáticas socio-ambientales de los ríos Sonora y Yaqui, especialmente en temas relacionados con la minería y la administración del agua.
“Reflexionamos y revisamos la incidencia de los impactos socioambientales ya que en ese esfuerzo se incorpora la dimensión social y cultural a los impactos generados por esos proyectos de desarrollo”, indicó Vega Deloya.
Los temas que abordó ayer y hoy, fueron la antropología y las disciplinas ambientales; el papel de esa ciencia en estudios socio-ambientales; la construcción del concepto de cultura en relación al ambiente, y conflictividad socio-ambiental y posicionamiento antropológico, así como etno-ecología y neo-extractivismo.
En lo general, planteó que el seminario analiza la propuesta de pensamiento biocultural de Víctor Toledo y su aportación a la perspectiva crítica en el estudio de los conflictos socio-ambientales, identificando sus conceptualizaciones en el marco de las teorías de los socio-ecosistemas y su carácter interdisciplinar.
Se trata, añadió, de ubicar el pensamiento de Toledo- uno de los investigadores más importantes en etnobiología, etnoecología y diversidad biocultural en México- en un marco más amplio de las ciencias sociales, de ahí se propone encuadrar la reflexión sobre su propuesta biocultural que incluye la interdisciplinariedad, el metabolismo social y la diversidad de saberes ecológicos dentro del enfoque de la ecología pública.
“Esto posibilita a su vez reflexionar respecto a los vínculos, aportes, y acaso diferencias respecto a otras perspectivas de estudios de los conflictos socio-ambientales”, puntualizó el sociólogo con doctorado en Antropología por la UNAM.